José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
En Sintonía con Jesús Radio

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sábado, 5 de julio de 2008

“Creo en la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica”
“Tu es Petrus et super hanc petram ædificabo ecclesiam meam et portæ inferi non prævalebunt adversus eam. Et tibi dabo claves regni cælorum”
El credo que los cristianos profesamos cada día y cada domingo en la Celebración Eucarística, nos enseña que estamos llamados a evangelizar cada vez más y con más fuerza y más testimonio. Iglesia, viene del griego Ekklesia, y significa “asamblea”. Es la comunidad eclesial en la que se encuentran y participan los creyentes. Este pueblo reunido en todo el mundo vive y experimenta en la Iglesia, la identidad propia de quien es hijo de Dios, su dignidad y la presencia del Espíritu Santo, que habita en cada uno de nosotros. Nos mueve el amor que Jesús nos enseña y nos lo deja como prueba en el gesto de entregarse por nosotros, por todos y cada uno de quien abre su vida a la salvación. “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y el poder del infierno no prevalecerá sobre ella” (Mt 16, 18). Estas palabras de Jesús, que nosotros seguimos desde siempre, es una de las garantías que debemos enseñar y hacer vivir de verdad en nuestros ámbitos de pastoral. Es triste presenciar la presencia de la ignorancia y la falta de conciencia en el uso de doctrinas propias de una institución, pretendiendo ser portavoces de un mensaje que conlleva a la unión.
El mensaje de Jesucristo, el hijo de Dios, no es un mensaje político, es palabra de vida y verdad. Es la palabra de Dios presente en todos los ámbitos, en todas las personas. La iglesia católica no excluye a nadie, se preocupa por todos y cada uno de los temas que hacen vida en la sociedad. Es lamentable ver cómo se construyen pseudo ideologías, en bases de arenas y en las supuestas debilidades de otros. No es posible permitir -y seguramente, esto será calificado de desestabilización- que algunos pretendan usar símbolos, doctrinas y gestos propios de la iglesia católica para lanzar fundaciones nuevas con aires de reformas. ¡Por favor! Respetemos la dignidad de las instituciones.
Hasta cuándo vamos a dejar que por caprichos personales se siga agrediendo quien de verdad desea seguir el camino de Jesús en medio de la gente. Nadie excluye a nadie y quien lo hace es por interés. Si deseo fundar o implantar algo es para el bien de la gente, pero a partir de fundamentos y argumentos válidos y no con el fin de dañar la reputación o la dignidad de nadie. ¿Qué buscamos en Venezuela? ¿Qué nos pasa? La tristeza está embargando nuestra sociedad. Las lágrimas están empañando los hogares por la inseguridad y la falta de armonía. Hay demasiadas promesas de todas las partes, de todos los frentes y se nos está olvidando el corazón del hombre. La Iglesia Católica es una, santa, católica y apostólica. ¿Errores? Los hemos cometidos todos los seres humanos, ¡todos! Pero en nombre de Dios: no sigamos dañando la humanidad. (Continuará)

P. José Lucio León Duque

viernes, 4 de julio de 2008

Domingo 6 de julio de 2008
Dios alivia nuestro corazón
“Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre, así te ha parecido mejor”.

I° lectura: Zc 9, 9-10; Salmo 144; II° lectura: Rm 8, 9.11-13; Evangelio: Mt 11, 25-30

A través de las Sagradas Escrituras encontramos respuestas a los interrogantes que se nos presentan, y más aún cuando deseamos ser testigos del Evangelio de la verdad, el evangelio de Jesús en medio de adversidades. Este domingo se nos muestra la omnipotencia de Dios, su grandeza y su humildad (I° lectura) para bendecir por siempre su nombre (Salmo). Viviremos en Dios y en su amor si reconocemos y sentimos de verdad que estamos insertados en su Espíritu, el cual nos vivifica y hace caminar hacia la vida (II° lectura).

Aprender de Dios
En estos días hemos podido conocer una serie de noticias que han dado la vuelta al mundo, noticias que conllevan aspectos políticos, religiosos, culturales, sociales. Todo esto debe hacernos reflexionar en cuanto somos testigos de la historia, una historia que no debe, por ningún motivo, alejarse de Dios. Desde el rescate de secuestrados, hasta nuevas tendencias ideológicas “pseudo religiosas” que aparecen, estamos llamados a ser parte de lo que sucede a nuestro alrededor. Si estamos unidos a Dios, si vivimos junto a Él, si en nuestra vida cotidiana ofrecemos nuestras obras con amor y sinceridad, estamos siendo partícipes de esa historia de la que cada día nos llega información y en la que debemos aportar soluciones positivas. Construir la paz, vivir la armonía, estar en comunión como verdaderos hermanos conlleva no sólo leer el Evangelio, sino vivirlo, ponerlo en práctica. Dios alivia nuestro corazón y nosotros, a su vez aprendemos de Él, que es manso y humilde de corazón. Es allí donde radica nuestra condición de cristianos: ser como Jesús. El cristiano debe estar unido a la historia, a lo que sucede a su alrededor, a tener fe en Dios que abre el corazón del hombre para vivir y compartir el sufrimiento y la esperanza de tantos que necesitan de ello, tal como lo recitamos en la oración de la Diócesis de San Cristóbal: “…queremos contagiar esperanza y servir a todos, particularmente a los pobres y excluidos de nuestra sociedad”. Reflexionemos: ¿hemos aprendido de Dios esto? ¿lo estamos poniendo por obra?

María Santísima no nos abandona
En este itinerario de vida y de amor, María Santísima nos guía y nos lleva de la mano. Debemos insistir en el amor y devoción que todo cristiano le debe profesar, como verdaderos hijos suyos. Nuestra madre es la luz, la esperanza, el pilar del amor que nos lleva a Jesús. Ella nos enseña la sencillez que falta en tantos sitios, la humildad de la que carecen muchos corazones y cómo proclamar las grandezas y maravillas que Dios nos regala a cada momento.

Hermano y hermana, dejémonos aliviar por Jesús y coloquemos nuestro corazón en sus manos para ser portadores de esperanza, paz y armonía...
P. José Lucio León Duque

lunes, 30 de junio de 2008

NIÑOS Y NIÑAS SE ENCUENTRAN CON JESÚS



Encontrarse con Jesús...
El domingo 29 de junio de 2008 en el marco de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, 102 niños y niñas de la Comunidad San Miguel Arcángel del Barrio el Río, realizaron su primer encuentro con Jesús Eucaristía, su Primera Comunión. Este grupo de neocomulgantes fueron preparados por el grupo de Catequistas de la Comunidad bajo la dirección del seminarista Eris Anaya, estudiante del cuarto año de Teología del Seminario Santo Tomás de Aquino de Palmira y colaborador parroquial. Farina, Yanneth, Yolimar, Yubisay y Edwin durante dos años y con gran dedicación, enseñaron a estos niños y niñas la doctrina cristiana que en la Iglesia se nos propone para conocerla y vivirla más profundamente. Estuvieron presentes las hermanas Esclavas de Cristo Rey, así como el grupo juvenil JUVENTUD POR CRISTO REY de nuestra comunidad. Agradecemos a la Señora Chepina por el trabajo realizado con las túnicas, así como el regalo para el altar y a doña Cruz de Ostos por el regalo de las flores. Igualmente gracias de corazón a todos los que de una u otra forma han ofrecido su ayuda incondicional para la realización de esta celebración. Dios les bendiga a todos.
P. José Lucio León Duque

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...