COMO
CRISTO, PASTOR
“Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos,
porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.” (Mc 6,34)
Iº lectura: Jer 23,1-6; Salmo: 22; IIº
lectura: Ef 2,13-18; Evangelio: Mc 6,30-34
En la liturgia de hoy, el profeta Jeremías nos
muestra cual será la actitud del Mesías y cómo será con todos y cada uno de
nosotros. Se nos presenta la figura del Pastor que nos hace reposar, nos guía
por senderos justos y nos da tranquilidad al alma, así como el deseo de paz que
Dios quiere para con sus hijos y cómo debemos, en nuestra vida cotidiana:
comportarnos entre nosotros y en la relación con Él. El Evangelio muestra la
solicitud que nos hace Jesús en la persona de sus discípulos con el fin de
saber cómo podemos predicar y vivir el Evangelio a todos los lugares y a todas
las personas.
“VENGAN USTEDES SOLOS A UN SITIO TRANQUILO A
DESCANSAR UN POCO”
Nuestra
vida, que es y debe ser servicio a Cristo, a la familia, a las comunidades, a
la sociedad, está hecha de trabajo, dedicación y entrega a los demás. No debemos asombrarnos si se
siente el peso del cansancio y la necesidad de descansar. Durante el tiempo
libre recuperamos fuerzas y voluntad para servir mejor en lo que hacemos
cotidianamente. No transcurramos el tiempo de las vacaciones sin hacer nada. “Descanso” significa sobre todo,
recuperar fuerzas, ideales, proyectos, cambio de actividad, para regresar luego
con más ilusión y fortaleza a trabajar y servir en lo que se nos ha
encomendado. El Papa Francisco recuerda de manera particular a los sacerdotes
que: “El perfume de su vida será el testimonio, porque
el ejemplo edifica, pero las palabras sin ejemplo son palabras vacías, son
ideas y no llegan nunca al corazón y hacen mal: ¡no hacen bien!” (Papa
Francisco, 26 de abril de 2015).
En la actualidad se confunde el descanso con “vagancia”, se busca “descansar” sin tener en cuenta que hay
que buscar la presencia de Dios y cultivar día a día el amor y la paz que se
obtienen del contacto que se establece con Él. Es necesario, en este tiempo de
vacaciones, alimentarnos de la palabra de Dios, de buenas acciones y de todo
aquello que nos lleve a experimentar ser testigos del Evangelio y promotores de
la paz, la misión de cristianos, la justicia y la reconciliación en medio del
mundo. Es por ello que se hace necesario “tener
siempre…el ejemplo del Buen Pastor, que no ha venido para ser servido, sino
para servir, no para permanecer en sus
comodidades, sino para salir y buscar y salvar aquello que estaba perdido” (Papa
Francisco, 26 de abril de 2015).
UNIDOS COMO HERMANOS A
TRAVÉS DE MARÍA SANTÍSIMA
De la
mano con María, todos y cada uno de nosotros podemos pedir a Dios ser fieles,
disponibles y sinceros con Él y con nosotros mismos. Muchas personas desean de
nosotros el testimonio y la ayuda necesarios para poder encontrar la paz, la
armonía y la solidaridad. Como discípulos, caminemos junto a María en la
construcción de un mundo en el cual la mirada a Jesús sea fundamental y aceptar
los propios errores sean parte de la vida del cristiano. Así sea.
José Lucio
León Duque
joselucio70@gmail.com