EL
SEMINARIO SANTO TOMÁS DE AQUINO DE PALMIRA
93
años “Configurando Pastores”.
¡A ti, Señor, te damos gracias!. Cada vez que se emprende un camino no es fácil saber
con certeza cual es el final pero lo que sí es cierto es la seguridad de
caminar junto a Jesús, buen pastor, por las sendas de la paz y de la caridad. Estamos
celebrando los 93 años de la fundación de nuestra casa de formación, y ello nos
motiva a vivir un clima de fiesta, fruto de la experiencia vivida todos estos
años.
Esta fiesta es el resultado de la labor y el servicio
de cinco obispos, quienes con gran espíritu de amor a Dios han construido, en
nuestra Iglesia de San Cristóbal, el semillero de vocaciones que toda diócesis
debe tener: el Seminario, su corazón. Surge entonces una pregunta: ¿qué es el
Seminario? El PROYECTO EDUCATIVO DEL
SEMINARIO nos da la respuesta en su introducción: “es una de las instancias eclesiales más importantes en la vida de la
Iglesia local. De hecho, a través de ella, se consigue la continuidad de un
presbiterio en el tiempo, y así se va consolidando la atención pastoral del
pueblo de Dios. Pero el Seminario no es una institución cualquiera, pues
reviste una gran importancia para una diócesis: en él se forman los futuros
sacerdotes que ejercerán su ministerio en beneficio del pueblo de Dios. Por
eso, no es sólo una institución educativa: es algo mucho más que eso. No es
extraño que se le compare con el cenáculo donde el Señor Jesús instituyó, junto
con la Eucaristía, el sacerdocio cristiano y donde luego recibieron los
Apóstoles el Espíritu Santo. Nos recuerda también el espacio y el tiempo que
dedicó el Divino Maestro a la formación de sus discípulos. Para un Obispo y su
presbiterio, el Seminario es ese focolar donde se forman los futuros
sacerdotes: ello requiere una profunda y continua preocupación por parte suya”
(MORONTA
RODRIGUEZ, Mario del Valle, A imagen de Jesucristo, Sumo y Eterno
Sacerdote. Proyecto Educativo del Seminario Diocesano Santo Tomás de
Aquino, Diócesis de San Cristóbal, Octubre 2004.).
Esta definición
nos muestra la preocupación de nuestros obispos por hacer crecer el semillero
de vocaciones. El siervo de Dios, Mons. Tomás Antonio Sanmiguel, primer obispo de San Cristóbal, a los pocos meses de
su llegada, decide abrir el Seminario. Se tiene como fecha de dicho
acontecimiento el 2 de febrero de 1925. Abre sus puertas el Seminario Menor en
las proximidades de la entonces Casa Episcopal. Le confía la dirección de dicho
seminario a los Padres Eudistas y allí comienza esta labor, rica en hechos
materiales y espirituales. Mons. Rafael
Arias Blanco, funda y abre el Seminario Mayor, la obra es continuada por Mons. Alejandro Fernández Feo, dando un
fuerte impulso a ella, destacando, con su extraordinario sentido de proyección,
la creación del Instituto Universitario Eclesiástico Santo Tomás de Aquino
(I.U.E.S.T.A.). Mons Marco Tulio Ramírez
Roa siguió la senda de sus predecesores, aún más, habiendo sido él mismo
rector del Seminario, supo conducir la Pastoral Vocacional, hasta el punto de
obtener un resultado óptimo en cuanto a jóvenes decididos a ser sacerdotes.
Actualmente, Mons. Mario del Valle
Moronta, ha dedicado su labor en la profundización del trabajo de nuestra
casa: ha dado un nuevo impulso a la pastoral vocacional. El Curso Propedéutico tiene
una sede aparte, se ha inaugurado el año de pastoral para quienes terminan la
filosofía. Así mismo, se ha inaugurado el tiempo especial de apostolado para
los alumnos de IV° año de teología y está en proyecto la creación del
Filosofado, un modo para dar una asistencia formativa, según las normativas de
la Iglesia, más personalizada a los candidatos al sacerdocio. Podemos decir,
sin ningún temor a equivocarnos, que el Seminario es uno de los signos de la
Iglesia en el Táchira. Los cristianos lo sienten, y lo deben sentir, como algo
propio.
Hay conciencia de
que el Seminario es esencial para nuestra iglesia diocesana... Han pasado muchos años y de aquella idea inicial,
vemos plasmados tantos proyectos, ilusiones y esperanzas que, en lo material y
espiritual ha dado su mayor fruto: la formación de sacerdotes, configurados a
Cristo, buen pastor. Después de estos años de camino, nos preparamos para dar
Gloria a Dios hoy 2 de febrero con la celebración de los 93 años de nuestro
Seminario.
Es el momento propicio para reflexionar y
dar gracias a Dios por permitirnos formar parte de esta familia. Cada uno
de nosotros, cada uno de ustedes, queridos hermanos en el sacerdocio,
religiosos y religiosas, laicos de las diferentes comunidades que escuchan este
mensaje, estamos llamados a sentirnos parte más activa de la Iglesia y de
nuestro Seminario. Cada uno es formador de
los tantos jóvenes que desean seguir a Jesús en el ministerio sacerdotal. Cada
uno de nosotros es partícipe de esta fiesta, no es solo el 2 de febrero, sino
cada día, pues en la vida cotidiana es que podemos y debemos demostrar con las
obras, no solo con las palabras, la grandeza de Dios y la riqueza de nuestro
pueblo tachirense.
Es la justa
ocasión para pedir al Señor
-
que siga enviando
obreros a su mies...
-
que bendiga a
nuestro obispo, nuestro padre y pastor...
-
que proteja nuestras
familias...
-
que conceda
perseverancia a seminaristas y sacerdotes...
-
sinceridad,
docilidad, entrega y perseverancia para que cada uno de nosotros no haga lo que
quiera sino quiera lo que hace...
Y fuerza a todos para llevar el mensaje de Jesús, el
esplendor de la verdad a cada persona y dar a conocer a todos la familia del
Seminario Santo Tomás de Aquino, que se encamina hacia los 100 años,
configurando pastores...
Colocamos cada
una de nuestras intenciones bajo la protección del Santo Cristo de La Grita y
María del Táchira, Nuestra Madre de la Consolación y juntos oremos al Señor
Jesús, Buen Pastor, por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
DIOS DE LA
VIDA Y DEL AMOR, QUE HAS BENDECIDO NUESTRA TIERRA CON LA PROFUNDA FE DE NUESTRA
GENTE, CONTINÚA SUSCITANDO VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS EN LAS FAMILIAS
Y COMUNIDADES DEL TÁCHIRA. QUE LA RESPUESTA GENEROSA DE TANTOS JÓVENES A TU
LLAMADA, AUMENTE EL NÚMERO DE MINISTROS DE TU HIJO PARA EL SERVICIO DEL PUEBLO
DE DIOS, Y QUE LA FIDELIDAD DE TUS SACERDOTES, SEA UN TESTIMONIO DE TU
PRESENCIA SALVADORA.
TE LO PEDIMOS
POR LA INTERCESIÓN DE MARÍA DEL TÁCHIRA NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN. AMÉN
José Lucio León Duque
Rector del Seminario