Dios lo puede todo
"Cuanto menos
poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica
del amor." Beata Teresa de Calcuta
I° lectura: Sab 7, 7-11; Salmo: 89; II° lectura: Hb 4, 12-13; Evangelio: Mc
10,17-30
Por el camino se encontró este joven con Jesús. Puede
ser para algunos un encuentro algo exagerado: él corre, encuentra a Jesús, se arrodilla
ante Él. Es una exaltación de la realidad pero que en su esencia representa y
es la fuerza de la Fe. “Maestro bueno”, así llama a Jesús y empieza este encuentro…
“Jesús se le quedó mirando: lo amó…”
Jesús
encuentra al hombre en la vida cotidiana, en el escenario del día a día, en lo
que al mundo le rodea. La fuerza de la Fe y del Amor, no están en lo extraordinario
ni la exaltación exagerada de las cosas, está en la continuidad de la vida y en
la verdadera riqueza que es la relación con Dios.
Este joven lo ha hecho
siempre, se “ha portado bien”…pero ¿Por qué tanta tristeza en acentuar algún
detalle que le permita seguir del todo a Jesús? El maestro le propone liberarse
no solo del dinero sino liberarse de los prejuicios, de aquello que había
conquistado en torno a las riquezas materiales, seguirlo con Fe, Amor y
Esperanza.
Aquel joven no había sentido la mirada de amor que el Señor había
dirigido hacia él, había hecho tanto pero no cruzó su mirada con la suya. No
había entrado en la profundidad de una relación liberadora, donde él pudiese
liberar su corazón no solo los “bolsillos”…las dos realidades lo ataban pero
hubo algo que no permitió seguir de cerca la mirada de Jesús y él entonces
decidió.
La mirada de Jesús se hace universal, llama a sus discípulos hijos y
les regala una enseñanza que comunica de manera inequívoca la fuerza del amor
del Padre: “Todo es posible para Dios”. Necesitamos,
por tanto, vivir en la libertad de los hijos de Dios, aumentando nuestra Fe que
nace del encuentro cotidiano con El Señor, ¿Qué nos falta? Cruzar nuestra
mirada con la de Jesús y dejarnos amar por Él, son detalles que se deben cuidar
en la relación con Dios y con los demás.
María nos
lleva a Jesús…
Encomendemos
nuestra vida a la Santísima Virgen María, nuestra Madre. Ella con humildad,
sencillez y fidelidad, nos enseña a amar con todo nuestro ser a su hijo Jesús.
Como discípulos y misioneros en la Nueva Evangelización, seamos testigos del
Evangelio de la verdad, ofreciendo como propósito el deseo constante de ser fieles
a la invitación del maestro. Así sea.
Dios
bendiga nuestra Iglesia diocesana que celebra sus 90 años. Sigamos juntos
caminando en Espíritu y Verdad, manifestando con la palabra y el ejemplo el testimonio
que debemos siempre dar.
P. José Lucio León Duque
joselucio70gmail.com