José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
En Sintonía con Jesús Radio

Radio en vivo

sábado, 11 de noviembre de 2017

XXXII° Domingo del Tiempo Ordinario, 12 de noviembre de 2017

LA LÁMPARA DE LA FE
“La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta.”

lectura: Sab 6,12-16; Salmo: 62 ; II° lectura: ITes 4,13-17; Evangelio:  Mat 25,1-13

La parábola de las diez vírgenes está en el camino de las que expresan un mismo pensamiento: el siervo fiel, los talentos, el juicio del rey. En todas existe alguien que es acogido y otro que es rechazado. El contexto histórico en el que Mateo narra estas parábolas precede el momento íntimo del Evangelio de la Última Cena de Jesús con sus discípulos. El maestro usa las parábolas para hablarles de su partida y a la vez de su futura venida. La parábola se abre con una proyección hacia el fin de los tiempos, técnicamente se habla de escatología y se concluye con una advertencia: “Velen, pues no saben ni el día ni la hora”.

¿NECIOS O PRUDENTES?

Las vírgenes necias son la imagen de aquellos que no han vivido la vida contemplando lo eterno, sino en aquello pasajero, efímero, sólo la emoción del momento. Tal vez nosotros corremos el riesgo de caer en el error de pensar que una vez encendida la lámpara del Fe, todo va automáticamente y sin fatiga alguna. Jesús nos dice que las lámparas pueden apagarse.

Ante ello, ¿qué debemos hacer? Ante todo, debemos vigilar, no esperando de manera pasiva, sino comprometiéndose con creatividad, ingenio y convicción, yendo más allá del temor al juicio final, ya que somos conscientes del gozo que el Señor da a quienes lo acogen con el corazón y la propia vida. Es por ello que debemos alimentar continuamente el aceite de nuestra lámpara de la Fe, renovándolo cada día, en las situaciones que se nos presentan y que debemos enfrentar.

En segundo lugar, debemos dejarnos alimentar del espíritu de amor, para ser esas lámparas que están a la espera del esposo. Es el amor que se abre a los demás, de manera reciproca y sincera. La lámpara con aceite se identifica con nuestra vida, que va más allá de una adhesión falsa a las cosas del mundo para llegar a enamorarse de la verdad que nos transmite Cristo, presente en la historia del hombre de hoy, de los pobres y excluidos, de todo aquello que conforma la vida cotidiana. ¿Nutrimos de Dios nuestra vida? ¿Somos auténticos ante el llamado de Dios que viene a nuestro encuentro? Reflexionemos y pensemos en cómo está nuestra lámpara y cuál es el camino que recorremos para alimentarla de verdad.

«La lámpara, cuando comienza a debilitarse, tenemos que recargar la batería. ¿Cuál es el aceite del cristiano? ¿Cuál es la batería del cristiano para producir la luz? Sencillamente la oración. Tú puedes hacer muchas cosas, muchas obras, incluso obras de misericordia, puedes hacer muchas cosas grandes por la Iglesia - una universidad católica, un colegio, un hospital...-, e incluso te harán un monumento de bienhechor de la Iglesia, pero si no rezas todo esto no aportará luz. Cuántas obras se convierten en algo oscuro, por falta de luz, por falta de oración de corazón». Papa Francisco, 10 de junio de 2016.

LA VIRGEN, EJEMPLO PARA TODOS

Nuestra Madre de Cielo, María Santísima, nos enseña el camino de la prudencia, de la sabiduría y de la previsión. Ella, con su ejemplo, nos indica que debemos ser humildes y reconocer que Dios es quien da la fuerza para que la luz de nuestro corazón nunca se apague. Seamos testigos y misioneros que estamos dispuestos cada día a recargar la lámpara de la Fe. Así sea.

José Lucio León Duque
joselucio70@gmail.com


domingo, 5 de noviembre de 2017

XXXI° Domingo del Tiempo Ordinario, 5 de noviembre de 2017

¡ENSEÑAR LA VERDAD!
NO DISFRAZARSE DEL MAL…
“No cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que les predicamos, la acogieron no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en ustedes los creyentes.”

I° lectura: Mal 1, 14b-2, 2b. 8-10; Salmo: 130; II° lectura: 1Tes 2 7b-9. 13; Evangelio: Mt 23, 1-12

Es evidente la cantidad de personas que durante estos días se ciegan ante la propuesta de celebrar el Halloween. Negocios, casas, películas, publicidad y un sinfín de cosas que bombardean la mente y el corazón de la sociedad. Las miradas silenciosas de muchos solo dejan entrever la tristeza y la desaprobación ante esta praxis actual donde se desprestigia la dignidad y el corazón del hombre, enalteciendo la presencia del mal en estos tipos de celebraciones. Esto conlleva a darse cuenta la importancia que tiene cultivar y vivir la fe y no perder de vista el itinerario de vida cristiana que nos propone Jesús, el verdadero maestro que nos enseña la verdad.

ENSEÑAR CON AUTORIDAD Y HUMILDAD

Sentarse en la cátedra es la manifestación expresa de quien se presenta como maestro, capaz de enseñar a los demás lo que es y significa un modelo de vida. Quien desempeña de la mejor manera este rol es Jesús y es por ello que nos exhorta para que nos demos cuenta, una vez más, la necesidad de transmitir la bondad con la vida y con el ejemplo. El maestro es quien enseña con su vida, con experiencia positiva, con coherencia, con presencia de Dios. El maestro es quien comparte lo que sabe y lo que vive. Aún así, todos podemos caer en el riesgo de mirar alrededor y condenar al mundo e ignorar los propios males, siguiendo el camino de quienes dicen enseñar pero solo con la voz y no con la fuerza del testimonio. Se hace entonces prudente esconder los títulos y sentir el compromiso de ser verdaderamente testigos de la verdad a ejemplo de Jesús quien nos indica el camino para no caer en esta tentación de “creerse más”…

MARÍA, NOS GUÍA HACIA LA SALVACIÓN

La propuesta de Jesús para hoy es clara: escuchar la palabra de Dios y practicar lo que Él nos enseña. En este itinerario de fe, ella nos acompaña e indica el camino a seguir. Ella, madre del amor y maestra de oración, nos enseña a orar, escuchar a Jesús y guardar en nuestro corazón sus palabras y enseñanzas para que seamos testigos del amor de Dios. Así sea.

José Lucio León Duque

Joselucio70@gmail.com

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...