José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
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viernes, 30 de octubre de 2020

DIRECTRICES DIOCESANAS PARA LA APERTURA DE LOS TEMPLOS Y LUGARES DE EVANGELIZACION

 
154-020

AL PRESBITERIO DIOCESANO

Y AL PUEBLO DE DIOS QUE ANUNCIA, VIVE Y CREE EN EL EVANGELIO EN LA IGLESIA LOCAL DE SAN CRISTOBA 

“Salud y Paz en el Señor”.

1.- El Pasado 27 de marzo, el Santo Padre Francisco advirtió que la pandemia del Covid19 había puesto al descubierto las debilidades de la humanidad y nos invitaba a no dejarnos vencer ni por el miedo ni por el inmovilismo. En nuestra Iglesia de San Cristóbal asumimos los retos planteados y provocados por la pandemia, unidos a los creados por la situación de crisis que golpea a nuestra nación, pues nos habíamos propuesto mostrarnos como una “Iglesia en salida”.

2.- Con la luz del Espíritu Santo y con gran sentido de pertenencia a la Iglesia como pueblo de Dios, aún con muchas limitaciones, reafirmamos el compromiso de salir al encuentro de todos. Aunque, por las razones conocidas por todos, se cerraron, temporalmente los lugares de culto (templos parroquiales y capillas) así como de aquellos destinados a la evangelización (catequesis, encuentros de comunidades eclesiales de base, de grupos apostólicos, etc.) nuestra Iglesia no se quedó encerrada ni en el inmovilismo ni en la pasividad ni en miedo.

3.- Inspirados en la enseñanza del Apóstol, quien nos recuerda que “Dios no nos ha dado un espíritu de timidez sino de fortaleza” (2Tim 1,7), con la creatividad alentada por la luz del Espíritu Santo, a través de los medios de comunicación, de las redes sociales y otros instrumentos pudimos hacernos presentes en los hogares, en las comunidades e instituciones con celebraciones de la eucaristía, jornadas de oración y retiros, predicaciones, cursos de formación, entre otras iniciativas.

4.- Gracias al trabajo intenso de nuestros sacerdotes, religiosas y laicos, hemos podido llegar a muchísimas partes. De hecho, si bien se cerraron los templos materiales, se abrieron los “templos de las iglesias domésticas”. Por la acción misionera y evangelizadora a través de las redes sociales y medios de comunicación se alcanzó a llegar a muchas personas y  convertir sus familias y sus comunidades en los “nuevos santuarios de la fe, del amor y de la esperanza”.

5.- Aunque una inmensa mayoría de personas no ha podido asistir de manera personal a las celebraciones eucarísticas, sin embargo la presencia viva del Señor, de quien hacemos “memoria” en el ejercicio de nuestro sacerdocio, se hizo sentir en medio de todos. Junto a ello, la Palabra de Dios se extendió decididamente: en muchas parroquias y grupos de apostolado, desde la Diócesis con la Oficina de Prensa y por la iniciativa personal de muchos católicos, se multiplicaron los programas, los mensajes, las celebraciones en beneficio siempre del pueblo de Dios. Damos gracias a Dios por ello. Si bien un numerosísimo grupo de hermanos no pudo en este tiempo recibir la comunión eucarística sacramental, no les ha faltado el pan de la Palabra con el cual han comulgado.

6.- Conscientes de que la caridad de Cristo nos urge, en ningún momento se abandonó la atención a los más necesitados: desde los enfermos y sus familiares hasta los más pobres y vulnerables de la sociedad. La acción de Cáritas Diocesana ha sido decisiva, así como también las de las Caritas Parroquiales. Ahora, con la llegada y paso de numerosos hermanos que realizan un éxodo masivo del país y que vienen de tantas partes de Venezuela, se nos ha abierto un nuevo ámbito de acción para hacer realidad la caridad con la ternura del Dios de la Vida, con un amor preferencial hacia quienes más están sufriendo en estos momentos. 

7.-  Habida cuenta de lo anterior y luego de serias consultas entre los Obispos y con especialistas, el Episcopado nacional ha decidido que a partir del próximo 4 de noviembre se dé la paulatina apertura de los lugares públicos de culto y para las acciones evangelizadoras, siguiendo las normativas correspondientes y las medidas de bioprotección. Para ello, se acordó que cada Obispo, conocedor de las condiciones y características propias de su Iglesia local señalara los lineamientos a seguir  por parte de todos. En este mismo sentido, luego de hacer las consultas pertinentes, presentamos las siguientes directrices que deben cumplirse sin excepción de ningún tipo en nuestra Iglesia de San Cristóbal. Oportunamente, se anunciarán las actividades a realizarse en las diversas comunidades.

8.- Continuamos bajo la protección de María del Táchira, Nuestra Señora de la Consolación y contamos con la fuerza que nos viene del Santo Cristo de La Grita. Pedimos a todos que, además de cumplir con las directrices que se presentan, actúen pensando en la salud espiritual y corporal de todos, con la prudencia del caso y sabiendo que, tenemos que aprender a convivir por mucho tiempo con la pandemia que, lejos de desaparecer, pareciera rebrotar en muchos lugares del mundo.

En San Cristóbal, a los 30 días del mes de octubre del año 2020.

+MARIO DEL VALLE, OBISPO DE SAN CRISTOBAL.

Por mandato del señor Obispo,

PBRO. JOSÉ DAVID RAMIREZ CARRERO

CANCILLER

 

 

DIRECTRICES DIOCESANAS PARA LA APERTURA DE LOS TEMPLOS

Y LUGARES DE EVANGELIZACION

Con la conciencia de nuestra responsabilidad como pastores, reafirmamos lo que el pasado 15 de marzo del año 2020 asumíamos como miembros de la CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA"La Iglesia en Venezuela, servidora del pueblo al cual pertenece, está dispuesta a cooperar con las autoridades sanitarias en todo lo que esté a su alcance y que vaya en beneficio de todos”.  Por eso mismo, en nuestra Iglesia Local de San Cristóbal disponemos las siguientes directrices que todos hemos de cumplir con obediencia, caridad y fe.


I.      LINEAS GUIA DE ACCION.

1.    A partir del 4 de noviembre de este año 2020, se podrán abrir los templos parroquiales para la asistencia de la feligresía a celebraciones y jornadas de oración. Las capillas que no sean lugares de culto público parroquial deberán solicitar la debida autorización al Obispo.

2.    Cada Párroco, con su vicario y los consejos pastorales y económicos son los responsables directos de la implementación de las directrices diocesanas y todo lo referente a las medidas de bio-protección a cumplirse. Para ello, pueden contar con la ayuda de los grupos apostólicos y equipos parroquiales de pastoral.

3.   Asimismo, el Párroco y sus más allegados cooperadores deben avisar a la feligresía sobre la apertura y las maneras de hacerlo de los templos parroquiales. De igual manera, acerca de los horarios y de las normas de bio-protección que se implementarán.

4.    Antes del 4 de noviembre, en cada parroquia se deberá hacer la debida desinfección del templo y de los ambientes para las acciones pastorales permitidas.

5.    A partir de esta fecha, se debe hacer la misma desinfección antes y después de las celebraciones o actividades de oración y formación que se puedan realizar.

6.    Al ingreso de los templos y de los lugares para la acción evangelizadora, como en las casas parroquiales (y en otros lugares visibles) se deberá colocar un aviso con las normas de bioseguridad a tenerse en cuenta. Donde las condiciones lo permitan, es recomendable que exista una puerta para ingresar y otra para la salida, en las que habrá personal de la parroquia para atender a los fieles.

7.    Con los cooperadores más cercanos y miembros de los grupos de apostolado o equipos pastorales, se deberá tener un personal capacitado para enseñar y hacer cumplir las normas de bioseguridad que se  presentan. Este es un medio para informar y para ayudar a prevenir cualquier posibilidad de contagio del COVID19.

8.    A la entrada del templo y de los sitios donde se realizarán acciones evangelizadores, debe colocarse una alfombra humedecida con agua y cloro o hipoclorito, para la desinfección de los calzados de las personas. Asimismo en la entrada de la sacristía.

9.    Toda persona, sin excepción, al ingresar debe portar mascarilla (tapabocas) que le cubre nariz y boca, y desinfectarse las manos con alcohol o antibacterial. Quien no cumpla con este requisito no podrá ingresar en el templo ni en las áreas para la evangelización.

10. Se deberá mantener un distanciamiento de, al menos, 1mt y medio de separación entre cada persona. En este sentido, se organizarán los bancos o asientos de la siguiente manera: 1.5 mts de distancia lateral, 1.5 mt de distancia hacia adelante y hacia atrás. Es necesario que se haga un señalamiento en las bancas y asientos.

11. Los miembros de una misma familia, pueden ocupar una misma banca pero guardando  distancia.

12. Durante las celebraciones no debe haber personas de pie, a no ser que sean servidores o personal de apoyo.

13. Las celebraciones no deben excederse, en lo posible, más de 50 minutos.

14. Los servidores del altar, lectores y ministros de la comunión han de ser los primeros, junto con el celebrante en dar el ejemplo. Por eso, deben usar la mascarilla en todo momento.

15. Los micrófonos deben estar cubiertos con el material que sea conveniente y desinfectado luego de ser usados.

16. Los días de semana que no corresponda a la “radicalización” (según el esquema 7 x 7), se podrá tener la celebración eucarística con las mismas condiciones, pero se pide que ya a partir de las 5.00 pm. no haya más celebraciones de la eucaristía. Por ahora y hasta nuevo aviso, no se celebrará la eucaristía por final de novenario o las denominadas “cabo de año”.

17. Los domingos, al menos una celebración por la mañana y otra por la tarde, con tiempo suficiente para poder realizar entre ellas la desinfección antes señalada.

18. Se deben mantener las ventanas abiertas y lo mismo las puertas, para lo cual es necesario prever personal que pueda controlar el ingreso a los templos.

19. Hasta cuando se den las condiciones, se suprime el saludo de la paz.

20. Para el rito de comunión se dispone lo siguiente:

 

a.    El sacerdote y los ministros extraordinarios de la comunión deberán, inmediatamente antes y después del rito, purificarse con alcohol o antibacterial, pero de manera que la feligresía los pueda ver.

b.    Para el rito de la comunión el celebrante y los ministros deben llevar la mascarilla.

c.    La comunión es preferible darla en la mano. Esto requiere la debida catequesis.

d.    Se pide que en la procesión de comunión se guarde la distancia de 1.5 mts. entre cada comulgante. Conviene señalar con algún signo en el piso la distancia a cumplirse.

 

21. Al terminar la celebración, luego de la bendición y saludo de despedida, invitar a los fieles a salir ordenadamente y sin apuros del templo. Tampoco es conveniente que permanezcan en el atrio del templo sin guardar las medidas de distanciamiento

22. Para las confesiones, no se realizarán en los confesonarios tradicionales. Es necesario que se realicen en alguna capilla lateral o un espacio adecuado. El confesor deberá tener su mascarilla lo mismo que el penitente. Se colocarán dos sillas, de tal modo que el penitente quede al lado y no de frente al confesor. El penitente debe llevar mascarilla. Y los que estén en las filas previas deben guardar la distancia ya señalada.

23. Las exequias se seguirán realizando sin la celebración eucarística y preferiblemente en las funerarias, con poca afluencia de personas. En caso de hacerlas en el templo, será con las normas señaladas y sin afluencia de muchas personas.

24. Para los bautismos, cada párroco debe tener en consideración lo siguiente:

 

a.   Se debe cumplir con las normas de bioseguridad.

b.   No debe haber afluencia de numerosos fieles. Para ello, se determina que para cada celebración no haya más de tres niños o personas para bautizar, que deberán ir sólo acompañadas de sus dos padrinos y sus dos padres. Rige la misma condición de distanciamiento y empleo de mascarilla.

 

25. Para las bodas, se recomienda que se cumpla con lo siguiente:

 

a.   Se hará la ceremonia sólo con la liturgia de la Palabra y el rito de comunión.

b.   Sólo asistirán los dos novios, los padres de ambos y los dos testigos o padrinos. Y se debe cumplir con la normativa de distanciamiento y del empleo de la mascarilla.

 

26. Para las manifestaciones de devoción (Hora santa, exposiciones del Santísimo, jornadas de oración, etc.) se seguirán las mismas normas. No debe permitirse afluencia de numerosos fieles.

27. Es de carácter obligatorio, junto con las anteriores disposiciones, que se tenga en cuenta que no se podrá permitir la entada de más un tercio de la capacidad de cada templo, siempre y cuando no se rompan las medidas de distanciamiento.

28. Para los lugares de evangelización, catequesis, jornadas de estudio y retiros, se deben guardar las mismas disposiciones.

29. Se deberá mantener, reforzar y consolidar todo lo que se ha venido haciendo por los medios de comunicación y las redes sociales en beneficio de la feligresía, en especial de quienes tienen serias dificultades para acudir a los templos sea por la distancia o por otros motivos.

30. En relación a la realización de las Primeras Comuniones y Confirmaciones, dado que cada parroquia tiene sus condiciones particulares, antes de programarlas se debe hablar con el Obispo y junto con él, los párrocos determinarán lo que es más conveniente.

 

II.            RECOMENDACIONES

 

1.    Se recomienda vivamente acatar con espíritu de fe y obediencia todas las directrices de la Diócesis, de la Conferencia Episcopal y de las autoridades sanitarias.

2.    Se recomienda vivamente a las personas que presenten síntomas de covid o resfriado, fiebre u otra enfermedad que pueda resultar contagiosa de no asistir al templo. El personal debidamente preparado y autorizado impedirá con caridad su ingreso al templo. Lo mismo aquellas personas que por razón de edad o de otro tipo puedan ser vulnerables.

3.    Para las ofrendas que se puedan dar, se dispondrá de una cesta o recipiente digno que se colocará en un determinado sitio visible del templo.

4.    A los párrocos y sus cooperadores, se ruega que se comuniquen con el Obispo o los Vicarios generales y episcopales ante dificultades que se presenten o surjan, para actuar debidamente en comunión eclesial.

5.    Lo normado en el Derecho Canónico y los Estatutos Sinodales siguen en vigencia, ahora más que nunca. Por ello, pedimos encarecidamente no romper las disposiciones de la Ley de la Iglesia y de estas directrices. Recordamos que las celebraciones en casas particulares no están permitidas y que si algún sacerdote es invitado a celebrar en un sitio que no sea de su parroquia, antes que nada debe consultar y solicitar la debida autorización del párroco correspondiente.

 

Si fuera necesario y conveniente, se indicarán otras directrices o lineamientos. Estas directrices son de carácter público y se darán a conocer a los sacerdotes, miembros del pueblo de Dios, personas de buena voluntad y autoridades regionalesPasados 30 días, se hará una adecuada evaluación de la experiencia para hacer los ajustes correspondientes a estas directrices, si fuera necesario. Colocamos estas disposiciones en las manos del Santo Cristo de La Grita. Que la intercesión de María nos ayude a vivir en la comunión eclesial y que todos estemos prestos a hacer realidad el Evangelio de la Vida, que supone y exige la atención y el cuidado de la salud espiritual y corporal de cada uno de nosotros, sin distinción de ningún tipo.

 

+MARIO DEL VALLE, OBISPO DE SAN CRISTOBAL.

 

Por mandato del señor Obispo,

PBRO. JOSÉ DAVID RAMIREZ CARRERO

CANCILLER

 

San Cristóbal a los 30 días del mes de octubre del año 2020.

 

domingo, 25 de octubre de 2020

XXX° Domingo del Tiempo Ordinario, 25 de octubre de 2020

AMAR A DIOS: INVITACIÓN, NO IMPOSICIÓN
“Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?”

I° lectura: Éx 22, 20-26; Salmo: 17; II° lectura: ITes 1, 5c-10; Evangelio: Mateo 22,34-40
 
En nuestra vida cristiana, los pasos de Jesús se presentan como el camino del cual no nos debemos desviar. La liturgia hodierna es reflejo del ejemplo que Dios nos muestra, no solo para hoy, sino para toda la vida. "¡Ay de mí -afirmaba san Pablo- si no predicara el Evangelio! (1 Co 9, 16).”. Es una llamada que se nos hace, para seguir los pasos de Jesús, sus huellas, sus palabras, su vida. La palabra del maestro, va seguida de su ejemplo, de su misericordia, de su amor y de la paz de la que nos podemos llenar plenamente. La enseñanza del maestro es veraz y concreta: “Amarás al Señor, tu Dios…y a tu prójimo como a ti mismo”.

AMAR: OBJETIVO DEL CRISTIANO
 
En el camino que nos presenta el maestro del amor, tenemos un detalle importante: nos invita a amar a Dios y al prójimo. La primera invitación es total y plena, es un llamado a ver en la mirada de Dios, todo lo que necesita el hombre. Amar a Dios, un mandamiento, una llamada, no una imposición; una vía a seguir, no un camino de esclavitud. Cuando el hombre ama a Dios, encuentra en su alma la capacidad de corresponder a aquel que nos ha amado hasta el extremo. En Dios conseguimos la esperanza y confianza ante las dificultades y la fortaleza para poder ayudar al prójimo sin ninguna duda.
 
La invitación de amar al prójimo se basa en ello, no podemos amar a alguien si ese amor no viene de Dios. En el prójimo, aunque muchas veces nos cueste aceptarlo o vivirlo, está presente la imagen de Dios. Si miramos a nuestro alrededor, la invitación que se nos hace es para aplicarla en la vida cotidiana, sin temor ni con engaños, sino con la palabra que el Evangelio de la verdad nos enseña como discípulos de Jesús que somos.
 
Amar a Dios y al prójimo, nos da la autoridad para enseñarle al mundo, al hombre y a la mujer de hoy, que debemos salir de la oscuridad, de las misteriosas actitudes de quienes usan la religión como escape; de aquellos que, como los fariseos, buscaban en su momento hacer caer a Jesús en algo. Debemos actuar con fortaleza, decisión y convicción.
 
La misión a la que debemos acudir con urgencia y prontitud, está dirigida a los pobres y excluidos, a aquellos que no tienen esperanza, a los que por diversos motivos se sienten abandonados por Dios, a los que viven en dificultad y pierden la esperanza. Si estamos dispuestos a seguir los pasos de Jesús, estaremos dispuestos a vivir el Evangelio con seriedad, no solo de los labios hacia fuera, sino de corazón, como debe ser y como a Dios le agrada.
 
El amor que nos enseña Jesús es el camino que debemos seguir para lograr la felicidad. No seamos de los que ponemos pruebas a Jesús; no seamos como los hijos de las tinieblas sino como los hijos de la luz. La invitación es clara: vivamos el amor, seamos fieles propagadores de ello para poder dar testimonio del significado de ese amor al prójimo…

CON MARÍA SANTÍSIMA, MADRE DEL AMOR
 
En el Magnificat, María Santísima nos enseña a proclamar la grandeza de Dios y de su amor. En ella se cumple la Palabra de Dios y a través de ella podemos hacer vida lo que su Hijo nos enseña. Ella, madre del amor, nos muestra el camino a seguir y cómo un verdadero cristiano debe ser testigo del amor de Dios en medio del mundo y de la vida cotidiana. Así sea.
 
Señor Jesús, Maestro del amor y de la vida, Santo Cristo del Rostro Sereno,
te pedimos por el mundo entero, por nuestro país Venezuela a ti consagrado.
Estamos en tus manos y en ellas tenemos la confianza de
recibir la sanación y la liberación que necesitamos.
Estamos ante ti, sin miedo y con esperanza, recibiendo el regalo de tu presencia en la Eucaristía, de tu misericordia, de la nueva creación, de la luz.
Te pedimos por todos y cada uno de nosotros, quienes ratificamos nuestra adhesión a ti y nuestro servicio misionero en pro de los más necesitados.
Te encomendamos los enfermos, los más débiles, los pobres y excluidos.
Confiamos en ti y nos refugiamos en tu amor.
Señor de la paz, de la salud y de la misericordia, escucha la súplica de tus hijos en esta hora en la que estamos y debemos estar más unidos que nunca. Así sea.
 
#YoMeQUedoEnCasa
#HoyMasUnidosQueNunca
#YoTengoUnAmigoSacerdote
#YoSoyDevotoDelSantoCristo

 José Lucio León Duque
Sacerdote de la Diócesis de San Cristóbal

 

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...