José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
En Sintonía con Jesús Radio

Radio en vivo

sábado, 31 de mayo de 2008


“Manantial”
¿qué hemos hecho en el Barrio El Río?, reflexiones...
Desde el año 2006, hemos continuado la construcción de una Comunidad. Esta comunidad se llama San Miguel Arcángel y está situada en la parte baja de la Ciudad de San Cristóbal. Desde el inicio de esta historia son muchos los gozos que hemos sentido y experimentado: las misiones, el coro, el Grupo juvenil, la legión de María, Doña Tina, Don Juan, Carmen, Alfredo, María, Aurelio, en fin, todo lo que hemos vivido como verdaderos hermanos, recordando lo que nos dice el evangelio: AMARSE COMO HERMANOS, TAL COMO ÉL NOS AMÓ. En este período estamos viviendo la creación de una agrupación que lleva por nombre MANANTIAL, la cual nos va a permitir vivir el evangelio de la verdad, del amor y la fraternidad. Estamos conscientes que es necesario partir desde los pobres y excluidos, desde aquellos que verdaderamente necesitan vivir el amor de Dios como opción fundamental. Este año hemos sido bendecidos, hemos sido colmados del amor de Dios y de la abundancia de la protección maternal de Nuestra Madre del Cielo, María Santísima. Yo no he trabajado solo. El amor de Dios me ha acompañado y me ha permitido encontrar la riqueza de la fraternidad y de la sinceridad, de lo que tal vez otros lugares o situaciones carecen notablemente. Jesús fundó la Iglesia sobre roca firme, sobre un amor duradero, sobre la confianza que su amor y su misericordia pueden dar sin condiciones. Muchas personas son las "causantes" de que esto se esté dando: Las tres personas de la Santísima Trinidad, el Grupo Juvenil JÓVENES POR CRISTO, las Hermanas Esclavas de Cristo Rey y muchísimas almas que cada día están orando para que la vida en Cristo sea una realidad que seguirá alimentándose y creciendo en esta bella y hermosa comunidad de San Miguel Arcángel del Barrio el Río de San Cristóbal....!!!!
José Lucio León Duque
Eris Delfín Anaya
ENCARGADOS DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL

viernes, 30 de mayo de 2008

¡Construir es el camino!
“No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo”.

I° Lectura: Dt 11:18, 26-28, 32; Salmo: 31:2-4, 17, 25; II° Lectura: Rom 3:21-25, 28; Evangelio: Mt 7:21-27

Una vez más el maestro nos enseña. Una vez la Palabra de Dios entra en nuestras vidas con el fin de alabarlo y agradecerle por las bendiciones que nos da a cada momento. Hacer la voluntad de Dios es introducir su palabra en nuestro corazón como un legado de amor, paz y bendición (I° lectura). En Dios encontramos la fortaleza, el refugio, el baluarte y la luz que nos inunda, Él no nos defrauda (Salmo). Con ello tenemos la esperanza de ser santificados y justificados, (II° lectura). dejando a un lado el pecado, uniéndonos cada vez más a la acción misericordiosa de salvación que se nos da en Jesús.
Construir en lugar de destruir
No debe convertirse en algo normal lo que comúnmente vemos o hacemos, ya que la actitud del cristiano no es la de “acostumbrarse a”, sino de vivir la vida cotidiana cumpliendo el proprio rol con la mirada puesta en la voluntad de Dios. En la actualidad encontramos la actitud de quien prefiere seguir los pasos débiles escogiendo la vía del materialismo y la comodidad desenfrenada. Construir sobre la roca es reafirmar la solidez que se tiene, si nos unimos a Dios. La evangelización hoy, requiere la decisión firme de caminar juntos, pero caminar juntos con todos aquellos que necesitan de Dios y que viven a nuestro alrededor: los pobres, los excluidos, los jóvenes que están en malos caminos, los niños carentes de afecto, familias enteras que tienen como única posesión, algún toque de esperanza, mezclado con las falsas promesas de quienes tienen más o aparentan tener. No es un discurso social nada más, es una realidad latente en la actualidad, en medio del pueblo. Es por ello que Jesús nos invita a construir sobre roca, no sobre arena. Se nos motiva y se nos da una esperanza: mirar a Jesús para fortalecer nuestras vidas y ayudar a los demás con sinceridad. Construir con materiales sólidos, fuertes y duraderos. En la construcción de nuestra vida la presencia de Dios es fundamental, y junto a ella el deseo de cultivar siempre los dones que nos da, compartiendo en unidad, paz y armonía. Debemos, por tanto, estar atentos a ser buenos seguidores de la obra de Dios, una obra que se construye con empeño, dedicación, disponibilidad y servicio, para poder tener una casa en la cual el corazón de cada persona sea reflejo del amor de Dios.
María Santísima nos ayuda a construir
La madre del cielo, la Virgen María, nos acompaña en nuestro caminar. Ella ha estado y sigue estando presente en la vida de la Iglesia, siendo parte fundamental en la construcción de la misma. Ella nos guía en la construcción de la vida de todos y cada uno de los que deseamos llevar el mensaje del Evangelio a todas partes.

P. José Lucio León Duque
joselucio70@gmail.com

miércoles, 28 de mayo de 2008

Lecturas para la liturgia del Domingo 01 de junio de 2008

Primera lectura: Deuteronomio 11, 18 y 26-28 y 32

Moisés habló al pueblo, diciendo: “Introduzcan estas palabras mías en el corazón y en el alma, átenlas a la muñeca como un signo, pónganlas de señal en su frente. Miren: Hoy les pongo delante bendición y maldición; la bendición, si escuchan los preceptos del Señor, su Dios, que yo les mando hoy; la maldición, si no escuchan los preceptos del Señor, su Dios, y se desvían del camino que hoy les marco, yendo detrás de dioses extranjeros, que no han conocido. Pondrán por obra todos los mandatos y decretos que yo les promulgo hoy”.

Salmo 30

A ti, Señor, me acojo;no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,inclina tu oído hacia mí;
ven aprisa a librarme.Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;por tu nombre dirígeme y guíame.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia.
Sean fuertes y valientes de corazón,los que esperan en el Señor.
Segunda lectura: Romanos 3, 21-25a y 28

Hermanos: Ahora, la justicia de Dios, atestiguada por la Ley y los profetas, se ha manifestado independientemente de la Ley. Por la fe en Jesucristo viene la justicia de Dios a todos los que creen, sin distinción alguna. Pues todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención de Cristo Jesús, a quien Dios constituyó sacrificio de propiciación mediante la fe en su sangre. Sostenemos, pues, que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley.

Evangelio: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 7, 21-27

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquel día, muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?". Yo entonces les declararé: "Nunca los he conocido. Aléjense de mí, malvados". El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente”.

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...