José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
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domingo, 7 de marzo de 2021

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA

“Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.” (Sal 18,9)

 

Iº lectura: Ex 20,1-17; Salmo: 18; IIº lectura: 1Cor 1,22-25; Evangelio: Jn 2,13-25

 

► La renovación de la vida pasa a través de la recepción de los sacramentos y la experiencia en el Señor. En esta perspectiva se nos presenta una oración propicia para este día: “danos la Sabiduría de la cruz”. La primera lectura nos recuerda la alianza de Dios con Moisés y el pueblo, alianza que nos compromete y nos ayuda a permanecer fieles al pacto.

 

► En el Nuevo Testamento la Ley de Dios no se nos quita, sino que se lleva a cumplimiento y plenitud. En la segunda lectura, San Pablo nos anuncia que la nueva ley es Cristo, crucificado por los hombres y revelado como fuerza y sabiduría de Dios. El Evangelio nos deja claro los tiempos nuevos que estamos llamados a vivir. Se nos recuerda la importancia de cuidar el Templo, haciendo de él un lugar propicio para relacionarnos con Dios y con nuestros hermanos, sin convertirlo en otra cosa que nos aleje de Dios.

 

PALABRAS DE VIDA, TEMPLO DE DIOS

 

►  El “decálogo” va observado con una delimitación clara: representa a Dios, es su misma palabra que viene entregada a Moisés. El decálogo se destina a todos los hombres para ser cumplido, tener conciencia de nuestra condición y cómo debe ser puesto en práctica. En la medida que el discípulo de Jesús cumple con su misión, se nos recuerda que ella es la vía a seguir sin excepción.

 

► En Cristo crucificado, San Pablo nos muestra lo que el cristiano debe sentir y vivir según lo pre-establecido por Dios y San Juan muestra el sentido profundo del Templo y lo que Jesús nos quiere demostrar a través de ello. Cada cristiano debe cultivar el sentido de pertenencia a la Iglesia, tanto al Templo como al pueblo santo de Dios del cual se forma parte. Una de las cosas que se deben promover es el cuidado de las edificaciones, mantener la dignidad y el decoro de las mismas, así como el deseo de orar incesantemente para ser cristianos practicantes y no solo de palabra.

 

► Es necesario inculcar en los fieles el hecho mismo de ser parte de la Iglesia, a través de la experiencia de vivir en ella, manteniendo ante todo el deseo de progresar y extender el mensaje del Evangelio de la verdad. El culto que se da a Dios necesita un lugar y en este día, Jesús nos enseña que cada corazón es templo y de allí podemos dar culto en el templo material.

 

► Nosotros predicamos un Cristo crucificado y resucitado, y es Él quien hace un gesto de liberación, pidiendo con autoridad dejar la Casa de su Padre para la oración, sin convertirla en un mercado. Esa enseñanza es lo que nosotros debemos transmitir y vivir como catequesis cotidiana, manifestada en detalles de amor a través de obras de caridad hacia Dios, hacia nuestro prójimo -sin exclusión- y hacia nosotros mismos.

 

MARÍA, MADRE Y MAESTRA DE ORACIÓN

 

► Nuestra Madre del Cielo nos enseña a ser perseverantes en la oración. Ella misma, siendo sagrario de Dios, nos da ejemplo de dignidad, respeto y vida espiritual ante la presencia de Él en nuestra vida. Sigamos su testimonio y hagamos de nuestra vida, templos vivos decididos a proclamar la Palabra de Dios como testigos fieles de la Misión que tenemos como cristianos. Así sea.

 

SEÑOR JESÚS, MAESTRO DEL AMOR Y DE LA VIDA,

que te haces hombre en medio de tu pueblo,

te pedimos por el mundo entero, por nuestro país Venezuela a ti consagrado.  

Estamos en tus manos y en ellas tenemos la confianza de recibir

la sanación y la liberación que necesitamos.

Estamos ante ti, sin miedo y con esperanza, recibiendo el regalo de tu presencia

en la Eucaristía, de tu misericordia, de la nueva creación, de la luz.

Te pedimos por todos y cada uno de nosotros, quienes ratificamos nuestra adhesión a ti

y nuestro servicio misionero en pro de los más necesitados.

Te encomendamos los enfermos de COVID 19 y de otras dolencias, los más débiles,

los pobres y excluidos.  Confiamos en ti y nos refugiamos en tu amor.

Señor de la paz, de la salud y de la misericordia, escucha la súplica de tus hijos

en esta hora en la que estamos  y debemos estar más unidos que nunca. Así sea.

 

#YoMeQuedoEnCasa

#HoyMasUnidosQueNunca

#YoTengoUnAmigoSacerdote

#SíALaVidaNoAlAborto

 

©JOSÉ LUCIO LEÓN DUQUE

Sacerdote de la Diócesis de San Cristóbal

Instagram y Twitter → @joselucio70

E-mail → joselucio70@gmail.com

IIº Domingo de Cuaresma, 28 de marzo de 2021

 ¡QUÉ BIEN SE ESTÁ CON JESÚS!

Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rom 8,31)

 

Iº lectura: Gen 22,1-2.9-13.15-18; Salmo: 115; IIº lectura: Rom 8, 31b-34; Evangelio: Marcos 9, 2-10

 

► Escuchar a Jesús, el Hijo Predilecto y estar bien con Él: es la invitación que Dios dirige hoy a los creyentes en este II° domingo de Cuaresma. Las lecturas nos presentan el ejemplo del creyente capaz de sentirse bien con Dios y escuchar su voz, encontrando el modelo de nuestra fe y apoyándonos en el don que Dios nos ha dado. Se nos recuerda que a través de Jesús, Dios está de nuestra parte y es la vía a seguir.

 

CONFIANZA PLENA EN DIOS

 

► Partiendo de la figura de Abraham, símbolo de un pueblo aliado con Dios, podemos constatar la importancia de fiarnos totalmente a su Palabra. Esta palabra se ha revelado en plenitud en la persona de Jesucristo que se revela y se transfigura ante sus discípulos y a través del tiempo, en nuestra vida. Él es la lámpara que Dios ha colocado para guiar nuestros pasos, la luz para nuestros días, la estrella de cada mañana que nos acompañará a la transfiguración total en luz plena de la mañana sin ocaso.

 

► Es por ello que con Él debemos hablar, escucharle, sentirnos bien, dialogar en la oración y a partir de allí, seguir un itinerario en el cual cada uno de nosotros tenga la misión de verificar la centralidad de la Palabra de Dios en la propia vida. Jesús se manifiesta, se presenta en su magnificencia y se hace presente con humildad y sencillez en el alma de todo aquel que da su disponibilidad a la conversión. ¡Qué bien estamos con Jesús!

 

► Este II° domingo de Cuaresma, nos da la posibilidad de ver en Él la fuente de la que brota la confianza que debemos tener en Dios, la esperanza de la presencia continua del Espíritu y la certeza de poder transmitir el mensaje del Evangelio a todos y en todas partes. La invitación es esta: estar bien con Jesús, participar con el testimonio de vida en el constante caminar con Él y ver en su presencia en medio de nosotros el deseo de ser discípulos y testigos de la luz que irradia su manifestación en todos y cada uno de nosotros.

 

► El mundo entero necesita de Dios, para ser testigos de la presencia de su hijo Jesucristo, transfigurado en nuestras vidas: transfigurado en aquellos que sienten desesperanza, dolor, tristeza, impotencia al no poder resolver sus problemas; aquellos que, en medio de la pobreza y la crisis que se está evidenciando siempre más, desean consuelo, esperanza, confianza, solidaridad, cercanía. Es el momento de seguir confiando en aquel que todo lo puede y que hoy, en medio del pueblo que sufre y que a la vez siente el deseo de surgir y levantarse, sigue transfigurándose para dar plenitud y misericordia a cada uno de nosotros.

 

 

MARÍA, MADRE DE LUZ

 

► El camino hacia la pasión, muerte y resurrección de Jesús, es acompañado por nuestra madre del Cielo, María Santísima. Es necesario dejarnos amar y proteger por ella. Seamos buenos hijos e invoquemos siempre su maternal protección. Así sea.

 

SEÑOR JESÚS, MAESTRO DEL AMOR Y DE LA VIDA,

que te haces hombre en medio de tu pueblo,

te pedimos por el mundo entero, por nuestro país Venezuela a ti consagrado.  

Estamos en tus manos y en ellas tenemos la confianza de recibir

la sanación y la liberación que necesitamos.

Estamos ante ti, sin miedo y con esperanza, recibiendo el regalo de tu presencia

en la Eucaristía, de tu misericordia, de la nueva creación, de la luz.

Te pedimos por todos y cada uno de nosotros, quienes ratificamos nuestra adhesión a ti

y nuestro servicio misionero en pro de los más necesitados.

Te encomendamos los enfermos de COVID 19 y de otras dolencias, los más débiles,

los pobres y excluidos.  Confiamos en ti y nos refugiamos en tu amor.

Señor de la paz, de la salud y de la misericordia, escucha la súplica de tus hijos

en esta hora en la que estamos  y debemos estar más unidos que nunca. Así sea.

 

#YoMeQuedoEnCasa

#HoyMasUnidosQueNunca

#YoTengoUnAmigoSacerdote

#SíALaVidaNoAlAborto

 

©JOSÉ LUCIO LEÓN DUQUE

Sacerdote de la Diócesis de San Cristóbal

Instagram y Twitter → @joselucio70

E-mail → joselucio70@gmail.com


IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...