José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
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jueves, 14 de marzo de 2013

V° Domingo de Cuaresma, 17 de marzo de 2013



“…yo tampoco te condeno”
“Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús.”

I° lectura: Is 43, 16-21; Salmo: 125; II° lectura: Fil 3, 8-14; Evangelio: Jn 8, 1- 11

Estamos viviendo el tiempo de Cuaresma, tiempo de gracia, tiempo de conversión, de descubrir siempre más nuestro Bautismo. Como todo momento de nuestra vida es el tiempo de bendición y gracia que nos llama a volver nuestra mirada a Jesucristo que nos invita a vivir la plenitud y la pureza de nuestro camino de vida espiritual. 

Es un tiempo de gracia que nos hace saborear la misericordia de Dios, que es totalmente diferente a la justicia de nosotros, siempre listos a enderezar a quien se equivoca, menos a nosotros mismos olvidando el verdadero interés que debemos tener: nuestra salvación.

Jesús está ante nuestra miseria
Jesús se encuentra ante una mujer sorprendida en adulterio. La colocan delante de Él para tenderle una trampa: si se muestra misericordioso, estaría en contra de la Ley de Moisés; si aprueba la condena, contradice el anuncio de Dios que acoge y perdona. 

Él desenmascara el contenido de la trampa, colocando a cada uno ante su propia conciencia: “El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra” (Jn 8,7). Jesús no se hace cómplice de la hipocresía de algunos, ni tampoco del pecado de la mujer, 

Él muestra la misericordia del Padre y la invita a no pecar más. Solo el Dios del amor podía juntar tanta riqueza y tantos valores: los “justicieros” reconocen su pecado y se van; la misericordia triunfa; la conversión se perfila como un estilo de vida para nosotros. 

¿Somos capaces de dejar caer las piedras de nuestras manos? O por el contrario, ¿dejamos que triunfe nuestra arrogancia y el deseo de hacer justicia a nuestro modo? 

Si deseamos ser testigos y misioneros, es necesario reconocer nuestro pecado, vivir en un estado de constante conversión, compartir los bienes, hasta aquellos materiales, que Dios, nuestro padre bueno ha colocado a nuestra disposición. Solo así el anuncio del amor misericordioso del Señor será creíble y convincente, porque se vive en su nombre.

María, Reina de la paz y la misericordia
Nuestra Madre Santísima, la Virgen María guía el corazón y la vida del hombre a seguir la voz de Dios, a escuchar y vivir las enseñanzas de su hijo y a alejar de nuestra vida la presencia del maligno que nos puede convertir en jueces sin sensibilidad. 

Cada día ofrezcamos detalles de amor a María Santísima por nuestra conversión, por los enfermos, por quien lo necesita, por el Santo Padre Francisco, por nuestro obispo Mario del Valle, por nuestra Iglesia diocesana, de la que todos somos parte fundamental con la oración, el servicio y el trabajo. Así sea.

“Les pido un favor: antes que el obispo bendiga el pueblo, les pido que ustedes oren al Señor por mí, para que me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la Bendición por su obispo.” S. S. Francisco

P. José Lucio León Duque
joselucio70@gmail.com

miércoles, 13 de marzo de 2013

S. S.Francisco I, el papa cercano y espiritual



FRANCISCUS
13 marzo 2013
 
Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam:
Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum,
Dominum Georgium Marium
Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Bergoglio
qui sibi nomen imposuit Franciscum


Fratelli e sorelle, buonasera!
Voi sapete che il dovere del Conclave era di dare un Vescovo a Roma. Sembra che i miei fratelli Cardinali siano andati a prenderlo quasi alla fine del mondo … ma siamo qui … Vi ringrazio dell’accoglienza. La comunità diocesana di Roma ha il suo Vescovo: grazie! E prima di tutto, vorrei fare una preghiera per il nostro Vescovo emerito, Benedetto XVI. Preghiamo tutti insieme per lui, perché il Signore lo benedica e la Madonna lo custodisca.

[Recita del Padre Nostro, dell’Ave Maria e del Gloria al Padre]

E adesso, incominciamo questo cammino: Vescovo e popolo. Questo cammino della Chiesa di Roma, che è quella che presiede nella carità tutte le Chiese. Un cammino di fratellanza, di amore, di fiducia tra noi. Preghiamo sempre per noi: l’uno per l’altro. Preghiamo per tutto il mondo, perché ci sia una grande fratellanza. Vi auguro che questo cammino di Chiesa, che oggi incominciamo e nel quale mi aiuterà il mio Cardinale Vicario, qui presente, sia fruttuoso per l’evangelizzazione di questa città tanto bella!
E adesso vorrei dare la Benedizione, ma prima – prima, vi chiedo un favore: prima che il vescovo benedica il popolo, vi chiedo che voi preghiate il Signore perché mi benedica: la preghiera del popolo, chiedendo la Benedizione per il suo Vescovo. Facciamo in silenzio questa preghiera di voi su di me.

[…]

Adesso darò la Benedizione a voi e a tutto il mondo, a tutti gli uomini e le donne di buona volontà.

[Benedizione]
Fratelli e sorelle, vi lascio. Grazie tante dell’accoglienza. Pregate per me e a presto! Ci vediamo presto: domani voglio andare a pregare la Madonna, perché custodisca tutta Roma. Buona notte e buon riposo!

Tomado de: http://www.vatican.va/holy_father/francesco/elezione/index_it.htm 

Cuánta emoción al salir el humo blanco de la Capilla Sixtina...un día después de haber entrado a ella los Cardenales, el Espíritu Santo ilumina, inspira, da la luz necesaria...el escogido es un Cardenal de Argentina, Jorge Mario su nombre, desde hoy, Francisco I.

La Iglesia en general, en cada parte del mundo se hace eco de la noticia: HABEMUS PAPAM...todos nos detuvimos por instantes, en suspenso, en lágrimas y regocijo ante la presencia de la acción del Espíritu Santo: tenemos papa. 

Un saludo fraterno fue el inicio de su pontificado, una invitación a las oraciones principales: Padre Nuestro, Ave María y Gloria; un "favor" pedido a la humanidad: rezar por él e inclinándose para recibir esa hermosa y sincera bendición y oración que todos hicimos.

Hermandad, oración, espiritualidad, sencillez...caracterísitcas fundamentales del cristiano, y en este caso de un cristiano que nos recuerda que es necesario serlo para, en este caso, recibir como un don el servicio más importante que la Iglesia puede dar a alguien: ser papa.

Gracias Francisco I, Su Santidad, el Siervo de los Siervos de Dios, Vicario de Cristo en la tierra. 
Gracias Francisco I por recordarnos, apenas llegando lo mismo que tu predecesor nos enseñó: LA ORACIÓN... 
Gracias Francisco I por decirle y recordarle al mundo, a todos nosotros, que es necesario y deber nuestro orar por la vocaciones sacerdotales y religiosas...
Gracias Francisco I por mirar más allá de lo que tenías al frente: mirar el horizonte de la Evangelización y hacernos pensar en que es imposible olvidar el compromiso justamente de EVANGELIZAR...
Gracias Francisco I por aceptar...Dios sabía y sabe lo que hacía y lo que hace...Dios conduce por caminos de esperanza nuestra Iglesia y nuestra oración es la de tus hijos que desde todas partes del mundo te felicitamos, oramos por ti y confiamos en tu servicio de pastor que abre sus brazos para acoger a todos sin exclusión.

La Virgen María, ante quien te encomiendas te guie, te ilumine, te proteja y te tome de la mano, como buena Madre que es a un hijo predilecto como lo eres tu. Así sea...

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...