José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
En Sintonía con Jesús Radio

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jueves, 22 de enero de 2015

III° Domingo del Tiempo Ordinario, 25 de enero de 2015

IR Y PREDICAR
“Está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio.” (Mc 1, 15)

Iº lectura: Jon 3, 1-5.10; Salmo: 24; IIº lectura: 1Cor 7, 29-31; Evangelio: Mc 1, 14-20

Predicar el mensaje de Dios; arrepentirnos y convertirnos, siguiendo el camino que el Señor nos indica, son signos de que “el momento es apremiante” (1Cor 7,29) y por tanto, es nuestro deber seguir caminando en nombre de Dios, aquí y ahora, en cada instante y en cada lugar.

CREER Y VIVIR EL EVANGELIO

La vida cristiana está radicada en el amor a Dios y la fe que tenemos en Él. La situación actual que vivimos, nos ofrece la oportunidad de ser discípulos del Maestro del amor y por ende, de predicar lo que desea el Señor del hombre de hoy: “Vengan conmigo y les haré pescadores de hombres; crean en el Evangelio” (Mc 1,19). ¿Será posible seguir los pasos de Cristo en medio de la necedad y la indiferencia que tantas veces se presenta? La llamada de Señor a aquellos pescadores es la misma que hace a todos nosotros.

El mensaje de Cristo implica, ante todo, una respuesta, ya que se nos invita a convertirnos, a desear mejorar en todo y a ser verdaderos seguidores del Maestro del amor. En segundo lugar, la conversión que nos hace cambiar de vida, nos lleva a creer más en el Evangelio y a entender, en tercer lugar, que somos los responsables de transmitir esa palabra. Es una buena noticia que tenemos en nuestras manos para extenderla con convicción, con fe y esperanza.

Encontrar al Mesías y sentir la fuerza de su invitación es la llamada que nos debe mover a evangelizar, y dicho mensaje debe ser llevado a todos sin excepción y con decisión. Es posible seguir a Jesucristo, es posible adherirnos a su vida, es posible orar con el Él y por Él, es posible ser discípulos de Jesús y dar testimonio de ello. Basta creer, decidirse, ir y predicar.

MARÍA NOS INVITA A SEGUIR A SU HIJO

Acerquémonos a Jesús a través de María nuestra madre del cielo. Ella nos guía por sendas de paz y de bondad y nos llama a seguir a su Hijo: “hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5). Dispongámonos a seguir a Jesús, seamos sinceros con Dios y con nosotros mismos, dejemos el miedo y esforcémonos cada día por seguir el camino que nos lleva a la paz.

Aunque muchos digan luchar por la paz y busquen otros fines, continuemos con nuestro ideal: en el nombre de Dios, como sus discípulos y sus testigos, unámonos a Él, en espíritu y verdad, con adhesión total y sin exclusión alguna. Así sea.

Oramos por nuestro Seminario Santo Tomás de Aquino en sus 90 años

José Lucio León Duque

joselucio70@gmail.com

miércoles, 21 de enero de 2015

90 años del Seminario Santo Tomás de Aquino (Un momento con mi pueblo del 21 de enero de 2015)

EL SEMINARIO SANTO TOMÁS DE AQUINO DE PALMIRA
En ocasión de los 90 años del Seminario
(Un momento con mi pueblo en Ecos del Torbes / 21 de enero de 2015)

Buenas tardes hermanos y hermanas, radioescuchas de este su programa “un momento con mi pueblo”.

¡A ti, Señor, te damos gracias!. Cada vez que se emprende un camino no es fácil saber con certeza cual es el final pero lo que sí es cierto es la seguridad de caminar junto a Jesús, buen pastor, por las sendas de la paz y de la caridad. Este año celebramos los 90 años de la fundación de nuestra casa de formación, y ello nos motiva a vivir un clima de fiesta, fruto de la experiencia vivida todos estos años. Hablamos del Seminario Diocesano “Santo Tomás de Aquino” de Palmira.

Esta fiesta es el resultado de la labor y el servicio de cinco obispos, quienes con gran espíritu de amor a Dios han construido, en nuestra Iglesia de San Cristóbal, el semillero de vocaciones que toda diócesis debe tener: el Seminario, su corazón. Surge entonces una pregunta: ¿qué es el Seminario? El PROYECTO EDUCATIVO DEL SEMINARIO nos da la respuesta en su introducción: “es una de las instancias eclesiales más importantes en la vida de la Iglesia local. De hecho, a través de ella, se consigue la continuidad de un presbiterio en el tiempo, y así se va consolidando la atención pastoral del pueblo de Dios. Pero el Seminario no es una institución cualquiera, pues reviste una gran importancia para una diócesis: en él se forman los futuros sacerdotes que ejercerán su ministerio en beneficio del pueblo de Dios. Por eso, no es sólo una institución educativa: es algo mucho más que eso. No es extraño que se le compare con el cenáculo donde el Señor Jesús instituyó, junto con la Eucaristía, el sacerdocio cristiano y donde luego recibieron los Apóstoles el Espíritu Santo. Nos recuerda también el espacio y el tiempo que dedicó el Divino Maestro a la formación de sus discípulos. Para un Obispo y su presbiterio, el Seminario es ese focolar donde se forman los futuros sacerdotes: ello requiere una profunda y continua preocupación por parte suya[1] .
Capilla "Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote"

Esta definición nos muestra la preocupación de nuestros obispos por hacer crecer el semillero de vocaciones. El siervo de Dios, Mons. Tomás Antonio Sanmiguel, primer obispo de San Cristóbal, a los pocos meses de su llegada, decide abrir el Seminario. Se tiene como fecha de dicho acontecimiento el 2 de febrero de 1925. Abre sus puertas el Seminario Menor en las proximidades de la entonces Casa Episcopal. Le confía la dirección de dicho seminario a los Padres Eudistas y allí comienza esta labor, rica en hechos materiales y espirituales.

Mons. Rafael Arias Blanco, segundo obispo de San Cristóbal, funda y abre el Seminario Mayor; la obra es continuada por Mons. Alejandro Fernández Feo, tercer obispo de la diócesis, dando un fuerte impulso a ella, destacando, con su extraordinario sentido de proyección, la creación del Instituto Universitario Eclesiástico Santo Tomás de Aquino (I.U.E.S.T.A.).

El cuarto obispo de San Cristóbal, Mons Marco Tulio Ramírez Roa, siguió la senda de sus predecesores, aún más, habiendo sido él mismo rector del Seminario, supo conducir la Pastoral Vocacional, hasta el punto de obtener un resultado óptimo en cuanto a jóvenes decididos a ser sacerdotes.

Actualmente, Mons. Mario del Valle Moronta Rodríguez, quinto obispo de la diócesis, ha dedicado su labor en la profundización del trabajo de nuestra casa: ha dado un nuevo impulso a la pastoral vocacional. El Curso Propedéutico tiene una sede aparte en las instalaciones del recién consagrado Santuario del Santo Cristo de los Milagros de La Grita; se ha inaugurado el año de pastoral para quienes terminan la filosofía. Así mismo, se ha inaugurado el tiempo especial de apostolado para los alumnos de IV° año de teología y está en proyecto la creación del Filosofado, un modo para dar una asistencia formativa, según las normativas de la Iglesia, más personalizada a los candidatos al sacerdocio.

Podemos decir, sin ningún temor a equivocarnos, que el Seminario es uno de los signos de la Iglesia en el Táchira. Los cristianos lo sienten, y lo deben sentir, como algo propio. Hay conciencia de que el Seminario es esencial para nuestra iglesia diocesana... Han pasado muchos años y de aquella idea inicial, vemos plasmados tantos proyectos, ilusiones y esperanzas que, en lo material y espiritual ha dado su mayor fruto: la formación de sacerdotes, configurados a Cristo, buen pastor. Después de estos años de camino, nos preparamos para dar Gloria a Dios el próximo 2 de febrero con la celebración de los 90 años de nuestro Seminario.

Para todos es un reto. Es el momento propicio para reflexionar y dar gracias a Dios por permitirnos formar parte de esta familia. Cada uno de nosotros, cada uno de ustedes, queridos hermanos en el sacerdocio, religiosos y religiosas, laicos de las diferentes comunidades que escuchan este mensaje, estamos llamados a sentirnos parte más activa de la Iglesia y de nuestro Seminario.

Cada uno es formador de los tantos jóvenes que desean seguir a Jesús en el ministerio sacerdotal. Cada uno de nosotros es partícipe de esta fiesta, no es solo el 2 de febrero, sino cada día, pues en la vida cotidiana es que podemos y debemos demostrar con las obras, no solo con las palabras, la grandeza de Dios y la riqueza de nuestro pueblo tachirense. Este año jubilar del Seminario es la justa ocasión para pedir al Señor:

-          que siga enviando obreros a su mies....
-          que bendiga a nuestro obispo, nuestro padre y pastor...
-          que proteja nuestras familias....
-          que conceda perseverancia a seminaristas y sacerdotes....
-          sinceridad, docilidad, entrega y perseverancia para que cada uno de nosotros no haga lo que quiera sino quiera lo que hace...

Y fuerza a todos para llevar el mensaje de Jesús, el esplendor de la verdad a cada persona y dar a conocer a todos la familia del Seminario Santo Tomás de Aquino, que se encamina hacia los 90 años, configurando pastores a imagen de Cristo, Buen Pastor.

Colocamos cada una de nuestras intenciones bajo la protección de María del Táchira, Nuestra Madre de la Consolación y juntos oremos al Señor Jesús, buen pastor, por las vocaciones sacerdotales y religiosas.

Les invitamos para que el domingo 1 de febrero, a partir de las 10 de la mañana en la Capilla “Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote” del Seminario Santo Tomás de Aquino de Palmira, celebremos, en Espíritu y verdad, la Santa Misa en acción de gracias por los 90 años de nuestro seminario.

Sin Misa dominical no hay vida cristiana, participemos en la Santa Misa todos los domingos. Buenas tardes, hermanos y hermanas, Dios y la Santísima Virgen les bendiga.

José Lucio León Duque
joselucio 70@gmail.com


[1] MORONTA RODRIGUEZ, Mario del Valle, A imagen de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Proyecto Educativo del Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino, Diócesis de San Cristóbal, Octubre 2004.

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...