Con
gran alegría nuestra diócesis de San Cristóbal recibe un gran regalo: la visita
del Nuncio Apostólico en Venezuela, S.E.R. Mons. Aldo Giordano.
Su presencia es
símbolo de la unidad de la Iglesia, la cual, fiel al llamado de vivir la
evangelización como discípulos y misioneros, se siente comprometida con el
mensaje de Cristo: “Que todos sean uno: como tú, Padre, estás
en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo
crea que tú me enviaste” (Jn 17, 21)
“La palabra Nuncio viene del latín nuntius, que se traduce como mensajero, enviado. El nuncio apostólico
el embajador de la Santa Sede ante un gobierno. Como tal, representa
al Papa ante un gobierno y maneja los asuntos entre la Sede Apostólica y el
gobierno civil del país al cual ha sido asignado. El nuncio debe «esforzarse
para que se promuevan iniciativas en favor de la paz, del progreso y de la
cooperación entre los pueblos». (Ver: Derecho Canónico, #362 a 367). Los
Nuncios Apostólicos, son considerados los decanos del cuerpo diplomático del
país en el que están acreditados. Esto es según la Convención Diplomática de
Viena, 18 de abril de 1961. El servicio diplomático de la Santa Sede es el más
antiguo del mundo. Sus orígenes se remontan a los legados enviados por los
Papas para representarlos en concilios importantes. Ej: El papa envió un legado
pontificio al Concilio de Nicea en el año 325. El Nuncio vigila por el
bienestar de la Iglesia en el país al que es enviado Según el Código de Derecho
Canónico, «la función principal del
legado pontificio consiste en procurar que sean cada vez más firmes y eficaces
los vínculos de unidad que existen entre la Sede Apostólica y las Iglesias
particulares». Su misión incluye «prestar
ayuda y consejo a los obispos, sin menoscabo del ejercicio de la potestad
legítima de éstos». (Ver: Código de Derecho Canónico nn 362 a 367).
El nuncio es asignado por el Papa y generalmente es un obispo.”
(Información
tomada de la página católica http://www.corazones.org/diccionario/nuncio.htm)
LOS CRISTIANOS ESTAMOS LLAMADOS A
SEGUIR LOS PASOS DE JESÚS
En
el Evangelio el mismo Jesús nos indica lo que nosotros, como Iglesia que somos,
debemos hacer y en el caso del Nuncio, como enviado de la Santa Sede,
encontramos el significado propio de su misión en el sitio donde sea destinado:
“Vayan pues, y hagan que todos los
pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a
ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Cfr.
Mt 28, 19-20).
En primer lugar, el enviado, el
mensajero, está llamado a ir y evangelizar. Esto conlleva a fortalecer la unidad en la Iglesia. ¡Qué
misión tan hermosa están llamados a vivir quienes son escogidos para este
servicio! Su misión de Evangelizar se fundamenta en vivir el mensaje de Cristo
en cada rincón del mundo. El papa Francisco lo indica de la siguiente manera: "Su
vida es una vida de nómadas. Cada tres, cuatro años... cambian de lugar, pasan
de un continente a otro, de un país a otro, de una realidad de Iglesia a otra,
a menudo muy diferentes; siempre con la maleta en la mano. Y esto implica... la
mortificación, el sacrificio de despojarse de cosas, de amigos, de relaciones y
comenzar siempre desde cero. Esto no es fácil" (Papa Francisco a los representantes
pontificios el 21 de junio de 2013).
En
segundo lugar, su misión de enseñar a cumplir el Evangelio es un servicio en el
que todos estamos involucrados. El beato Pablo VI, el 25 de abril de 1951,
siendo substituto de la Secretaría de Estado en ese periodo, se refería de los
representantes pontificios así: "uno
que es realmente consciente de llevar a Cristo consigo". ¿Cómo
involucrarnos? Orando por ellos, viviendo en la Comunión de los Santos nuestro
compromiso de trabajar juntos por la edificación de la Iglesia y cumplir, con
lealtad y docilidad, el mensaje de Cristo, del Santo Padre y de quien le
representa.
En
tercer lugar, el mensaje del Evangelio, que le es encomendado de manera
particular, hace que nosotros como Iglesia sintamos la necesidad de estar
unidos al Pastor, promoviendo el bien de todos sin excepción. "¡Somos
pastores -recuerda el Papa Francisco a los representantes pontificios- y esto no tenemos que olvidarlo nunca!. Ustedes
representantes pontificios, son presencia de Cristo, son presencia sacerdotal,
de pastores... ¡Hagan siempre todo con profundo amor! incluso en las relaciones
con las autoridades civiles y con los colegas...busquen siempre el bien, el
bien de todos, el bien de la Iglesia y de cada persona". Esta
reflexión que nos ofrece el Papa Francisco, nos exhorta a dejarnos guiar
por la Palabra de Dios, la acción del Espíritu Santo y nuestro compromiso como
Iglesia: ¡oremos por nuestros Pastores!.
¡Bienvenido
Mons. Aldo Giordano a nuestra diócesis de San Cristóbal!,
tierra de gracia y bendición que en esta ocasión con su presencia, eleva una
oración particular por las intenciones del Santo Padre ante el Santo Cristo del
Rostro Sereno de La Grita y de Nuestra Madre, la Virgen de la Consolación.
Nuestro compromiso como Iglesia del Táchira se
reafirma en la Misión Diocesana en la que, caminando juntos en Espíritu y
Verdad, apuesta a la Reconciliación, como meta de quienes conformamos esta
porción de la Iglesia. Así sea.
José Lucio León Duque
joselucio70@gmail.com