CAMINO DE ESPERANZA
“Se ha cumplido el
plazo, está cerca el reino de Dios; conviértanse y crean en el
Evangelio.” (Mc 1,15)
Iº
lectura: Gen 9,8-15; Salmo: 24; IIº
lectura: 1Pe 3, 18-22; Evangelio: Mc 1, 12-15
Hemos
iniciado el tiempo favorable de la Cuaresma, en el cual se nos invita a
recordar de manera particular, el sentido que debemos darle como cristiano que
somos. El Papa Francisco nos invita en su mensaje para la Cuaresma de este año,
a vivir este tiempo con una invitación particular: “…especialmente
a los miembros de la Iglesia a emprender con celo el camino de la Cuaresma,
sostenidos por la limosna, el ayuno y la oración. Si en muchos corazones a
veces da la impresión de que la caridad se ha apagado, en el corazón de Dios no
se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a
amar de nuevo.”
(Mensaje del Papa Francisco, Cuaresma
2018).
DIOS HACE UN PACTO Y NOS
SEDUCE
No podemos ver la esperanza como un sentimiento
lejano; la esperanza es algo concreto, va más allá de lo
que humanamente podamos sentir o pensar. Es un pacto que establece Dios, desde
el inicio de la vida hasta el corazón de todos y cada uno de nosotros. Es un
camino de ayuno, de reconciliación y penitencia, de esperanza y oración.
Es la presencia de Dios la
que nos permite ver y constatar que cada uno de sus hijos, no caerán en las
manos del demonio. Esto nos da la oportunidad de conocer una nueva
modalidad: en Jesús, en su amor y su misericordia, podemos evitar las
tentaciones. Del diluvio, que destruye la maldad del hombre, llegamos al
Bautismo que purifica y libera nuestra condición de pecadores. Del hombre
pecador, Dios hace un regalo al corazón mismo de la humanidad: la conversión
como remedio saludable e instrumento perenne de salvación. El mensaje se nos da
para extenderlo, para llevarlo a los corazones de todos aquellos que poseen la
disponibilidad de recibir a Dios.
Esta
cuaresma, este tiempo de gozo y de penitencia, de
reconciliación y esperanza, es un momento en el cual estamos llamados a ser
testigos, discípulos de Cristo que nos lleva de la mano a la verdadera
salvación. Esto nos enseña que siguiendo las enseñanzas y el ejemplo del Maestro,
no nos dejaremos engañar con las mentiras de los falsos profetas que “se aprovechan de las emociones humanas para esclavizar a las
personas y llevarlas adonde ellos quieren”, ni consentiremos las
tentaciones que se presenten.
El
Papa Francisco nos recuerda: “Cada uno de nosotros…está llamado a discernir y a examinar en
su corazón si se siente amenazado por las mentiras de estos falsos profetas.
Tenemos que aprender a no quedarnos en un nivel inmediato, superficial, sino a
reconocer qué cosas son las que dejan en nuestro interior una huella buena y más
duradera, porque vienen de Dios y ciertamente sirven para nuestro bien.” (Mensaje para la Cuaresma 2018). Hagamos vida lo que Dios
nos enseña, lo que nos transmite, lo que nos invita a vivir.
MARÍA SANTÍSIMA NOS
ACOMPAÑA EN LA CUARESMA
Nuestra Madre del Cielo es garantía de salvación. Ella
y su compañía son itinerarios seguros, amor sincero, confianza plena. Si
deseamos vivir este tiempo, dejémonos llevar por ella de la mano, luz de
nuestros corazones, madre de todos los hombres y estrella que nos conduce al
mismo corazón de Jesús. Así sea.
José Lucio León Duque
joselucio70@gmail.com