Tú eres el Mesías, tú eres Pedro
“Todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por Él y todo está orientado hacia Él”
“Todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por Él y todo está orientado hacia Él”
I° lectura: Is 22,19-23; Salmo: 137; II° lectura: Rom 11,33-36; Evangelio: Mt 16,13-20
Con gran alegría se celebraba la semana pasada el III° Congreso Americano Misionero, con el cual se daba inicio a la Gran Misión Continental. Es un paso importante con el cual los católicos de todo el mundo, pero en especial de América Latina, debemos fortalecer el testimonio del Evangelio de la verdad, con el cual Jesucristo nos quiere como discípulos suyos, propagadores de su mensaje. Conocer a Dios es uno de los temas que, se presenta interesante para algunos, incompresibles para otros. Dios se muestra al hombre cuando confía una misión específica a uno de sus hijos (I° lectura). Esto conlleva a ver que la presencia de Dios es eterna, que su amor perdura por siempre y por ello debemos alabarlo sin cesar (Salmo). Sentir esto, nos lleva a conocer y experimentar la riqueza de Dios a través de su sabiduría y sus obras, ya que, todo proviene de Él y se dirige a Él (II° lectura).
¿Quién es Jesús para nosotros?
El binomio, Mesías - Pedro, denota la relación de Jesús para con sus discípulos y la estrecha unión que existe y que lleva a participar de una labor específica. Jesús es el Mesías, el ungido, y Pedro es la base donde se edifica la Iglesia. La afirmación de Pedro recibe una respuesta por parte de Jesús, una recompensa por parte del Mesías. En medio de un mundo en el cual la indiferencia está entrando en el corazón de muchos, se encuentra la decisión de quien es discípulo y desea dar testimonio del Evangelio, por ello la pregunta de Jesús a sus discípulos es la misma que nos hace hoy a todos. Dos aspectos podemos meditar al respecto: en primer lugar, Jesús pregunta quien es Él para nosotros. Eso denota un claro amor por sus discípulos, sus hermanos, a fin de que nos interesemos cada vez más por conocerlo, amarlo y vivir junto a Él. En segundo lugar, Dios nos revela su misericordia y su amor en la sencillez de un corazón puro, es decir, en la vida de quien sigue con fe el camino que nos enseña Jesús. Cada uno de nosotros, consciente de su condición de discípulo, debe manifestar el gozo y la alegría que se siente servir, en espíritu y verdad, al prójimo, a los pobres y excluidos de la sociedad, a todos aquellos que necesitan de justicia y de paz, de solidaridad y fraternidad. En el prójimo está Cristo, ¿sabemos identificarlo con sincero corazón?
Con amor a los pies de María
Acudamos piadosos ante el amor de María, nuestra madre de la Consolación; acudamos humildes a pedir a nuestra madre, las gracias que necesitamos y proclamemos, tal como ella lo hizo, las maravillas que Dios hace para con todos y cada uno de sus hijos. Así sea.
P. José Lucio León Duque
joselucio70@gmail.com
¿Quién es Jesús para nosotros?
El binomio, Mesías - Pedro, denota la relación de Jesús para con sus discípulos y la estrecha unión que existe y que lleva a participar de una labor específica. Jesús es el Mesías, el ungido, y Pedro es la base donde se edifica la Iglesia. La afirmación de Pedro recibe una respuesta por parte de Jesús, una recompensa por parte del Mesías. En medio de un mundo en el cual la indiferencia está entrando en el corazón de muchos, se encuentra la decisión de quien es discípulo y desea dar testimonio del Evangelio, por ello la pregunta de Jesús a sus discípulos es la misma que nos hace hoy a todos. Dos aspectos podemos meditar al respecto: en primer lugar, Jesús pregunta quien es Él para nosotros. Eso denota un claro amor por sus discípulos, sus hermanos, a fin de que nos interesemos cada vez más por conocerlo, amarlo y vivir junto a Él. En segundo lugar, Dios nos revela su misericordia y su amor en la sencillez de un corazón puro, es decir, en la vida de quien sigue con fe el camino que nos enseña Jesús. Cada uno de nosotros, consciente de su condición de discípulo, debe manifestar el gozo y la alegría que se siente servir, en espíritu y verdad, al prójimo, a los pobres y excluidos de la sociedad, a todos aquellos que necesitan de justicia y de paz, de solidaridad y fraternidad. En el prójimo está Cristo, ¿sabemos identificarlo con sincero corazón?
Con amor a los pies de María
Acudamos piadosos ante el amor de María, nuestra madre de la Consolación; acudamos humildes a pedir a nuestra madre, las gracias que necesitamos y proclamemos, tal como ella lo hizo, las maravillas que Dios hace para con todos y cada uno de sus hijos. Así sea.
P. José Lucio León Duque
joselucio70@gmail.com