José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
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sábado, 21 de mayo de 2011

V Domingo de Pascua


Que no nos tiemble el corazón

“Hace tanto que estoy con ustedes, ¿y no me conoces…? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”

I° lectura: Hch 6,1-7, Salmo: 32, II° lectura: 1 Pe 2,4-9, Evangelio: Jn 14, 1-12

En la Iglesia de los primeros siglos, modelo para todos aunque no siempre haya vivido tiempos fáciles, la fe se difundía, la palabra de Dios se extendía y contagiaba a todos creciendo el número de los discípulos; de las dificultades se llega a la oración y la imposición de manos (I° lectura). Es por ello que el cristiano, el discípulo de Jesús, pide misericordia para los que esperan en Él (Salmo). La fuerza que nos viene de Dios, como piedras vivas de su Espíritu, nos ayuda a los bautizados, ungidos y escogidos por el Señor, a ser testigos de sus maravillas y proclamarlas a todos (II° lectura).

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”

Desde siempre Jesús está a nuestro lado y nos ayuda a ser parte de su amor y de su misericordia. Se nos recuerda algo fundamental: viendo a Jesús, vemos al Padre; creyendo en Él no tendremos temor y no nos temblará el corazón ante nada. La Iglesia nos permite cumplir con ciertos deberes de los que, como cristianos, no podemos prescindir. En los primeros siglos se presentaban preocupaciones -tal como sucede en la actualidad- y siempre se confió en Dios y se buscó la solución necesaria para seguir adelante en su nombre. Las dificultades nunca han faltado, aún así más grande es la misericordia de Dios y ello conlleva a ver en Jesús, la vía que debemos seguir. Caminar junto a Jesús implica darse cuenta de los pasos que damos junto a Él. Hace algunos días escuchaba con gran tristeza a alguien que decía, con una supuesta seguridad, que en la Iglesia no existe participación, que nadie sabe lo que en ella se hace y otras cosas más; definitivamente esa persona no camina junto a Jesús, no conoce el Evangelio y se quedó sin saber que el Señor resucitó. No debemos tener miedo ni temblar ante los ataques que se puedan presentar; el maligno siempre está acechando buscando la caída del hombre, pero Jesús camino, verdad y vida, no nos abandona y nos impulsa a seguirle, optar por Él, optar por el servicio a los pobres y excluidos y ser sus discípulos.

María nos guía en el camino

Nuestra Madre del cielo nos acompaña siempre. Ella nos guía hacia la verdad que nos enseña Jesús, al camino que debemos seguir y a la vida que debemos experimentar en espíritu y verdad. Seamos responsables del compromiso asumido y fieles discípulos del mensaje de verdad y fuerza que el Señor nos da uniéndonos más a Él.

P. José Lucio León Duque

joselucio70@gmail.com

VISITA PASTORAL DE MONS. MARIO MORONTA

A LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO

“En Espíritu y verdad”…un momento de gozo, satisfacción y unión en Cristo Jesús se han vivido en estos días con motivo de la visita pastoral de Mons. Mario Moronta a nuestra Comunidad Parroquial y Sacerdotal de Nuestra Señora de Coromoto. Los encuentros de fraternidad y paternidad con Mons. Mario son la respuesta clara y precisa del camino que se está recorriendo en la Iglesia del Táchira y es por ello que el ánimo y el entusiasmo que esto nos deja será el motor que permitirá seguir sirviendo a la Iglesia presente en nuestro pueblo. Se ha realizado una visita muy sincera y transparente, mostrando las realidades existentes y mirando con esperanza el camino que debemos seguir cultivando. ¡Gracias a Dios podemos decir que estamos caminando en su nombre! Cada comunidad y cada grupo es testimonio del servicio que esta parroquia ha prestado y seguirá prestando en este lugar de San Cristóbal. La cercanía del Obispo, el cariño de la gente, la transparencia de los niños, las inquietudes de los jóvenes, la experiencia de los adultos, el ofrecimiento de su vida de cada enfermo y el deseo de servir de los sacerdotes, es el signo de la comunión que existe y que nadie puede abatir, ya que Dios y la Santísima Virgen son nuestras guías y el apoyo que necesitamos y tenemos. Siempre adelante y con esperanza, sabiendo que, en medio de las dificultades, podemos seguir anunciando el Evangelio de la verdad y que en adelante el servicio será aún más concreto y deseo de seguir a Jesucristo se seguirá manifestando en medio de su pueblo…Así sea…

P. José Lucio León Duque

viernes, 20 de mayo de 2011

Mensaje de Solidaridad

SAN CRISTOBAL 20 DE MAYO DEL AÑO 2011.

A todos los sacerdotes del presbiterio diocesano

Y miembros del Pueblo de Dios en el Táchira

En el Libro de los Hechos de los Apóstoles, se nos invita a vivir la comunión de la Iglesia con expresiones de fraternidad y solidaridad, de tal modo que podamos compartir las angustias de todos los hermanos, de tal manera que nadie pase necesidad. Por eso, en estos momentos de particular dificultad que pasan algunos hermanos nuestros a causa de la inclemencia del clima, hacemos un llamado a que intensifiquemos nuestra oración y nuestra disposición de solidaridad para con todos ellos.

Muchos hermanos han perdido sus casas, otros sus cultivos y hay quienes están teniendo dificultades por la destrucción de vías de comunicación. Son momentos duros que están viviendo y de los cuales no podemos sentirnos ajenos. De allí la necesidad de que, en primer lugar, tomemos conciencia del dolor, de la angustia y de la desesperanza que puedan tener tantos de nuestros hermanos. No podemos sentir indiferencia, aunque quizás no tengamos la posibilidad de hacer grandes obras. La primera obra, superior a todo lo que pueda realizarse y que debe ser el motor de todo acto de ayuda y de solidaridad, debe ser la caridad fraterna de cada uno de nosotros hacia los hermanos.

Gracias a Dios, la acción de los sacerdotes de las parroquias más golpeadas, así como de los Consejos pastorales parroquiales y otros tantos cooperadores, está ayudando a los que más están sufriendo. Esperamos sus indicaciones para ayudarles de manera más efectiva: pero ya desde ahora, hemos de estar pendientes de lo que necesiten. Ojalá en estos días podamos demostrar nuestra solidaridad, evitando actos y gastos superfluos que desdigan de esa caridad que nos identifica como seguidores de Jesús.

Pido a todos los párrocos y responsables de comunidades, así como a las religiosas y a los directores de escuelas de la Iglesia que intensifiquen la oración, pidiendo a Dios que cese la inclemencia de las lluvias en nuestra región, en otros lugares del país y en la hermana Colombia. Oremos también por quienes están ayudando a los más golpeados o están tratando de resolver las situaciones que se han creado y los que están atendiendo las emergencias.

Esperamos y pedimos a las diversas autoridades, nacionales y regionales, que en esta emergencia unan esfuerzos para ayudar a quien está golpeado. La emergencia que viven nuestros hermanos no tiene ni color político ni credo religioso y amerita la solidaridad y el servicio desinteresado de todos.

A los que han sufrido los embates de las lluvias, les manifestamos nuestra solidaridad y les garantizamos una oración que implora fortaleza para todos Ustedes.

Imploro del Dios de la vida su acción protectora para todos nosotros, por intercesión de María del Táchira, Nuestra Señora de la Consolación.

Con mi bendición de pastor:

+Mario Moronta R., Obispo de San Cristóbal.

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...