José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
En Sintonía con Jesús Radio

Radio en vivo

jueves, 21 de marzo de 2013

Domingo de Ramos, 24 de marzo de 2013


Jesús entra triunfal en nuestras vidas
“…de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble -en el cielo, en la tierra, en el abismo-, y toda lengua proclame: ¡Jesucristo es Señor!, para gloria de Dios Padre.”

Iº lectura: Is 50, 4-7; Salmo: 21; IIº lectura: Fil 2, 6-11;
Evangelio: Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 22, 14-23, 56

El itinerario cuaresmal nos conduce a la salvación que, a través de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, se revela parte fundamental de nuestra vida cristiana. Los cristianos, de todo tiempo, de toda la historia, somos llamados a mirar este itinerario con esperanza. 

Esa esperanza nos enseña que Jesús, entrando en Jerusalén, entra igualmente en nosotros, en nuestro corazón. Es un camino de fe que muestra la misericordia, el perdón, la cercanía, la confianza que Dios coloca en nuestra vida.

El itinerario cuaresmal: un camino de vida
Durante esta cuaresma, se nos ha mostrado la misericordia de Dios en varias perspectivas y su luz ilumina nuestra vida dejando fe que su amor es más grande de lo que podamos pensar o sentir. Jesús quiere entrar en nuestro corazón y se hace realidad al realizar una gran procesión: no sólo la del domingo de ramos o la del itinerario cuaresmal; una procesión que se presenta como la prolongación de la vida en Cristo, de su amor al pueblo que clama justicia y que, a su vez, desea no perder la esperanza. 

Escuchemos a Cristo, no podemos echarnos para atrás. Es fundamental ver este camino de vida como un despertar ante la pasividad y la falta de amor que se presenta en el mundo. Cuando Jesús entra en Jerusalén, entra en cada una de nuestras vidas, entra en la vida de la Iglesia y ello nos lleva a ayudar a los demás a entrar en la justicia, en el diálogo, en la paz, en la unidad. Jerusalén se viste de gala, se llena de gozo, es privilegiada ante la presencia del maestro. 

Hoy Jerusalén representa todo el mundo, todos aquellos lugares donde, viviendo de nuevo ese momento triunfal, colocan alfombras de vida y gritan de júbilo y alegría ante la presencia de Jesús. El hombre de hoy es iluminado por el paso del maestro; las palmas y los ramos se mueven y se agitan gracias a la oración y la misericordia que vienen de Dios; los cantos de alabanza son la voz de tantos hombres y mujeres que claman justicia, paz, igualdad, tranquilidad en un mundo lleno de materialismo y superficialidad y que no pierde la esperanza de una renovación plena.

María nos acompaña hoy y siempre
En la gran procesión de la vida, del itinerario cristiano de todos y cada uno de nosotros, está la presencia maternal de María. Ella nos acompaña y nos guía a la participación de la pasión, muerte y resurrección de su hijo, quien con su amor infinito da su vida por cada hombre y cada mujer. Como discípulos y misioneros, unámonos más a Cristo y participemos en las ceremonias de Semana Santa de nuestras comunidades llevando el mensaje del evangelio, mensaje de paz, de esperanza, de justicia. Así sea.

“La ternura no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor.”          
 
S. S. Francisco

P. José Lucio León Duque

IIIº Domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2021

LA CASA DE DIOS ES NUESTRA CASA “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.”...