Nuestra Señora de Coromoto: "La Bella Señora"
“María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón”
Con gran fervor y devoción, el pueblo venezolano se postra una vez más a los pies de nuestra madre de Coromoto. Hace 360 años en Venezuela se apareció a los indígenas en Portuguesa una “Bella señora”, que trajo y sigue extendiendo la paz en nuestra patria y en los corazones de todos y cada uno de nosotros. La historia nos cuenta cómo nuestra madre del cielo se aparece envuelta en belleza y luz, plena de amor y de paz en medio de su pueblo que hoy, sigue honrando su presencia maternal y amorosa a todos aquellos que se sienten y son sus hijos.
La Virgen María, orgullo de nuestro puebloLa paz en nuestra vida nos viene por María. La Virgen es seguridad y garantía, ya que a través de ella, llegamos a Dios. Ella acoge en su corazón a todos sin distinción, ella une en su vida a tantos y tantos hijos dispersos que están en constante búsqueda del verdadero camino, ella nos abraza a todos.
María Santísima, la Bella Señora, la madre de
la Coromoto, la madre de quien viene todo amor y comprensión, nos cuida,
nos protege y nos invita también a ser constantes, fieles y sobre todo,
a comportarnos como buenos hijos. Ella “guardaba todas estas cosas y
las meditaba en su corazón”. Ese gesto es muestra que, en medio de su
silencio, existe un gran corazón y por ello fue conveniente que desde lo
alto, el buen Dios se fijara en este ser tan especial y puro, tan
maravilloso y sencillo, tan inmenso y humilde.
María es verdadero modelo
de humildad y comprensión, en ella se conjugan todas las prerrogativas
necesarias para convertirse, como lo hizo, en ejemplo para todas las
generaciones. Es evidente que la sencillez de María engrandece su
imagen, su figura y su vida entera, enaltece lo que en una persona
debiera ser algo normal: el amor de Dios presente en la vida cotidiana.
María nos bendice y nos acompaña. ¡Bendita entre las mujeres! ¡Bendita y
dichosa porque estás con nosotros!, ¡Bendita porque nos llevas en tu
corazón!
Acerquémonos a ella...
Acudamos
a ella con humildad y con convicción, pidiéndole con fe por nuestra
patria, por nuestro estado, por nuestra diócesis y llevemos el más
grande regalo que un hijo puede dar a su madre: fidelidad, obediencia y
amor. Nos unimos al júbilo que se vive en nuestra patria, en el corazón
de todos y cada uno de nosotros que invoca con amor la protección de
nuestra madre del cielo, bajo la advocación de Coromoto. Así sea.
LECTURA RECOMENDADA SOBRE HALLAZGOS EN LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE COROMOTO: http://www.zenit.org/article-32331?l=spanish
LECTURA RECOMENDADA SOBRE HALLAZGOS EN LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE COROMOTO: http://www.zenit.org/article-32331?l=spanish
P. José Lucio
joselucio70gmail.com
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