“LEVÁNTATE Y RESPLANDECE…”
"¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y
venimos a adorarlo"
Iº lectura: Isaías 60, 1-6; Salmo: 71; IIº lectura: Efesios 3, 2-6; Evangelio: Mateo 2, 1-12
Un camino de luz, un itinerario de esperanza y los
más sinceros deseos de iniciar el año 2017 en unión del amor de Dios y con la
confianza en la sabiduría que viene de lo alto: estamos celebrando aún el nacimiento de Jesús.
El ambiente navideño y de año nuevo ha sido un
momento favorable de paz para muchos y de indiferencia para otros. Hoy se
manifiesta aún más Jesús en su nacimiento, en su ser verdadero hombre y
verdadero Dios. Hoy se presentan los Magos en sintonía con una luz que guía a
estos personajes hasta el sitio del nacimiento, al centro del amor hecho
realidad, al lugar donde se encuentra lo humano con lo divino en una mezcla de
extraordinaria grandeza y humildad perenne.
“EL PUEBLO QUE CAMINABA EN
TINIEBLAS, VIO UNA GRAN LUZ”
La luz es el fondo de cada aparición del Mesías, desde el antiguo
testamento hasta el momento actual. La luz borra
del todo las tinieblas, símbolo éstas de la nada, de la muerte, y
cancelándolas, se da inicio a una nueva vida, a una nueva creación. La estrella
guió a los Magos, y hoy guía nuestra reflexión.
Se proponen ambas partes
encontrar al hijo de Dios, pero con intenciones opuestas. Los magos porque desean ofrecer sus dones a la realeza divina, los otros porque temen ser usurpados en
el poder. Los magos son modelo de obediencia perfecta a Dios quien les guía con
su luz. Él les ha hablado al corazón a través de la luz de una estrella que les
ha acompañado a lo largo de su viaje. Al acercarse y encontrarlo sienten una
gran alegría, así como encontraremos tiempo después en los apóstoles por la
resurrección de Jesús.
Es el gozo que premia la
fe y la obediencia de los magos y de tantos que, como ellos, confían en la luz
que proporciona el amor y la paz que viene de Dios. También hoy algunos tienen
miedo de Jesús, de su realeza, de su presencia en medio del mundo.
Su presencia es símbolo
de seguridad y confianza, es fortaleza en las dificultades, es vida en medio
del desierto que se presenta cada vez que olvidamos a aquellos que necesitan
nuestro apoyo y ayuda. Buscar a Jesús, es buscar el camino justo, la luz que
guía nuestras vidas, el compromiso que debemos asumir como sinceros seguidores
de esa luz que Dios nos coloca, para encontrar con determinación a Jesús en
cada uno de nosotros.
El episodio de los magos se concluye con una
anotación práctica: ellos son advertidos que no regresen donde
Herodes sino que regresen por otra parte. Dios cuida el niño Jesús, cuida a los
magos, nos cuida a todos, nos da los medios para enfrentar las vicisitudes que
se nos presenten con el fin de salir victoriosos y seguir caminando por itinerarios
que nos lleven a la conversión, a un cambio profundo que solo quien encuentra a
Cristo puede experimentar.
CON MARÍA SANTÍSIMA, MADRE DE DIOS, CAMINAMOS EN LA
ESPERANZA
María Santísima, madre de
Dios y madre nuestra nos acompaña en este itinerario de esperanza. En este nuevo año que
comienza, junto a los proyectos que la Iglesia diocesana nos presenta y en los
cuales debemos participar plenamente, sin dudas y con confianza total en aquel
que nos da su fuerza y su amor, debemos tener en cuenta la oración que cada día
debemos elevar a Dios por la Iglesia, el Santo Padre, los obispos, nuestro
obispo Monseñor Mario del Valle, los sacerdotes, religiosos y religiosas y todo
el pueblo santo de Dios. Que Él nos bendiga a todos, a cada una de las familias
y a cada corazón, que este año sea de esperanza plena en Dios que nos guía y en
María que nos cubre con su manto de amor maternal. Así sea.
Oramos por la Asamblea
Ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Nos unimos “En Espíritu y verdad” hacia la paz
y la reconciliación.
José Lucio León Duque
joselucio70@gmail.com
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