José Lucio León Duque

José Lucio León Duque
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viernes, 27 de noviembre de 2020

Solemnidad de Cristo Rey del Universo, 22 de noviembre de 2020

 
ÉL ES QUIEN NOS SALVA, ¡ES EL REY!
Ayudemos al prójimo

“Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones”

Iº lectura: Ez 34, 11-12.15-17; Salmo: 22; IIº lectura: I Cor 15, 20-26.28; Evangelio: Mt 25, 31-46
 
Celebramos con gozo y alegría la Solemnidad de Cristo Rey del Universo. Es un día de fiesta, en el cual estamos convencidos de la presencia de Jesús en nosotros y de su plena y total soberanía. Es el día para reconocer, con humildad y sencillez, la grandeza y la omnipotencia de Dios que se hace hombre para acercarnos más a Él y hacernos así partícipes de su vida misma.
 
La liturgia de este domingo nos muestra la figura del pastor que cuida de los suyos, sus ovejas, siendo ésta una figura bíblica que traduce la humildad, la docilidad y la mansedumbre del hombre. Jesús es el Rey de reyes, el Señor de señores, es quien otorga la más grande recompensa, el amor y la misericordia, hacia quien vive con docilidad y disponibilidad la ayuda al prójimo, reflejo del rostro de Dios en la vida cotidiana.

AYUDAR SIN EXCLUSIÓN…
 
El evangelio de este domingo nos da las pautas con las cuales el cristiano debe reconocer en Jesús el Rey de reyes. Ante todo, estamos llamados a obrar bien, a ayudar al prójimo y en él a ver con amor el rostro de Jesucristo, sin excluir a nadie. Obrar bien es parte del testimonio que debe dar el cristiano, quien es discípulo de Jesús, quien sabe que en el prójimo está presente Dios y su infinito amor. Luego es importante tener en cuenta que el juicio de Dios, es un juicio de misericordia y de amor. Dios separa los buenos de aquellos que no lo son y de acuerdo a las obras realizadas con sinceridad y convicción, la infinita misericordia de Dios juzgará y dará la recompensa que cada uno merece.
 
Celebrar la Solemnidad de Cristo Rey nos debe hacer reflexionar sobre la necesidad que tenemos de reconocer en Jesús la razón de nuestra vida, a quien debemos imitar y junto con quien debemos caminar. Acerquémonos a Jesús Eucaristía, a Jesús presente en el prójimo y a Jesús vivo en el corazón de todos y cada uno de nosotros. A lo largo de la historia tenemos el testimonio de muchos cristianos quienes han dado la vida por Cristo como el Rey de sus vidas; y por ello, en nombre de Dios, de la Iglesia de Cristo que vive en nosotros y con el deseo de ayudar cada vez más al prójimo, se pide a todos los cristianos que su lema de vida sea: ¡Viva Cristo Rey!.

MARÍA SANTÍSIMA, MADRE DEL REY HUMILDE Y SENCILLO
 
María, nuestra madre, nos enseña la humildad que todo cristiano debe seguir y vivir. Ella es la madre del Rey, la madre del Salvador del hombre, la madre de Dios. Su humildad y sencillez nos permite contemplar un corazón puro y un alma materna que está por encima de cualquier otra cosa. Ella nos da ejemplo de cómo vivir en Dios y a partir de su amor, ser prójimo con el prójimo y verdaderos testigos del evangelio.
 
La Misión Evangelizadora es clara, es precisa: caminemos juntos en Espíritu y Verdad hacia la Reconciliación y unidos a Dios proclamemos la verdad, la justicia y la paz en la tarea evangelizadora para poder escuchar: ¡Vengan benditos de mi Padre! Así sea.
 
Señor Jesús, Maestro del amor y de la vida, Santo Cristo del Rostro Sereno,
te pedimos por el mundo entero, por nuestro país Venezuela a ti consagrado.
Estamos en tus manos y en ellas tenemos la confianza de
recibir la sanación y la liberación que necesitamos.
Estamos ante ti, sin miedo y con esperanza, recibiendo el regalo de tu presencia en la Eucaristía, de tu misericordia, de la nueva creación, de la luz.
Te pedimos por todos y cada uno de nosotros, quienes ratificamos nuestra adhesión a ti y nuestro servicio misionero en pro de los más necesitados.
Te encomendamos los enfermos, los más débiles, los pobres y excluidos.
Confiamos en ti y nos refugiamos en tu amor.
Señor de la paz, de la salud y de la misericordia, escucha la súplica de tus hijos en esta hora en la que estamos y debemos estar más unidos que nunca. Así sea.
 
#YoMeQUedoEnCasa
#HoyMasUnidosQueNunca
#YoTengoUnAmigoSacerdote
#YoSoyDevotoDelSantoCristo
José Lucio León Duque
Sacerdote de la Diócesis de San Cristóbal
 
 
 
 

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