"Pero ustedes,
hermanos, no vivan en tinieblas, para que ese día no les sorprenda como un
ladrón, porque todos son hijos de la luz e hijos del día; no lo son de la noche
ni de las tinieblas, Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes
y despejados".
Todos los hombres y
mujeres del mundo tenemos riquezas en la vida, riquezas que no son de oro ni
plata, que no tienen nada que ver con posiciones sociales o algo similar. Cada
ser humano, hijo e hija de Dios, poseemos talentos que superan los
condicionamientos que en muchas ocasiones no dejan caminar con ilusión y
esperanza. En este día, tenemos la oportunidad de reflexionar sobre los talentos,
la admiración que debemos tener ante la grandeza de Dios y su presencia en
nuestra vida y la productividad en lo que el Señor nos encomienda.
LOS TALENTOS DEBEN
CRECER…
Poder ser partícipes de
la entrega de los talentos teniendo la ilusión de multiplicarlos y producirlos,
es lo que se espera de un verdadero cristiano, comprometido y fiel. Las
lecturas y el Evangelio de hoy, permiten encontrarnos y colocarnos ante una
situación favorable para quien desea seguir a Cristo. La primera lectura nos lleva
a entender que la virtud en las personas, y en este caso de la mujer, debe ser
reconocida como una riqueza que Dios bendice. Se nos colocan ejemplos,
situaciones, circunstancias, etc, para que nos demos cuenta que Dios nos da la
posibilidad de multiplicar y hacer crecer lo que tenemos.
Esa bendición traducida
en oportunidades se muestra como la luz que no conoce ocaso, que brilla en las
tinieblas del corazón abatido y que ilumina aún más el de aquellos que viven
con fe el Evangelio de la verdad. El mensaje de este domingo nos abre las
puertas para entender la parábola de los talentos como medios para crecer, como
instrumentos necesarios con los que podemos y debemos multiplicar y producir
las gracias que recibimos de parte de Dios.
El pecado, la falta de
fe, el alejamiento de Dios, de su amor y de su misericordia, el desprecio y la
injusticia que sufren muchos hermanos nuestros, son parte de esos talentos
enterrados que por negligencia y falta de confianza en el que todo lo puede, se
hacen evidentes ante la mirada de todos. ¿Nos sentimos bendecidos por Dios?
¿Cuál es nuestra actitud ante aquellos que entierran los talentos? ¿Estamos
dispuestos a valorar a todas las personas, sin distinción ni exclusión, siendo
luz que brilla en la oscuridad?
MARÍA, BENDECIDA POR
DIOS.
Llena de gracia y
bendecida por Dios, colmada de talentos y guía para hacerlos producir y crecer,
tenemos el ejemplo de una gran mujer, María nuestra Madre. En ella y junto a
ella debemos caminar hacia el crecimiento de los que son los talentos de luz y
que hacen del hombre fiel discípulo del maestro del amor. Así sea.
#YoMeQUedoEnCasa
#HoyMasUnidosQueNunca
#YoTengoUnAmigoSacerdote
Iº
lectura: Prov 31, 10-13. 19-20. 30-31; Salmo: 127; IIº
lectura: I Tes 5, 1-6; Evangelio: Mt 25, 14-30
Señor Jesús, Maestro del amor y de la vida, Santo Cristo del Rostro Sereno,
te pedimos por el mundo entero, por nuestro país Venezuela a ti
consagrado.
Estamos en tus manos y en
ellas tenemos la confianza de
recibir la sanación y la liberación que necesitamos.
Estamos ante ti, sin
miedo y con esperanza, recibiendo el regalo de tu presencia en la Eucaristía,
de tu misericordia, de la nueva creación, de la luz.
Te pedimos por todos y cada uno de nosotros, quienes ratificamos nuestra adhesión a ti y nuestro servicio misionero
en pro de los más necesitados.
Te encomendamos los enfermos, los más
débiles, los pobres y excluidos.
Confiamos en ti y nos
refugiamos en tu amor.
Señor de la paz, de la salud y de la misericordia, escucha la súplica de
tus hijos en esta hora en la que estamos y debemos estar más unidos que
nunca. Así sea.
#YoMeQUedoEnCasa
#HoyMasUnidosQueNunca
#YoTengoUnAmigoSacerdote
José Lucio León Duque
Sacerdote
de la Diócesis de San Cristóbal
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